Han pasado dos meses desde que la conozco, hoy se ha despertado con los ojos verdes y tres motas doradas en ellos. He necesitado dos meses y muchos más para darme cuenta de que es diestra, generosa con los márgenes su letra es equitativa en tamaño al igual que los espacios, por lo tanto denota ser una persona abierta; a la vez cohibida. He necesitado meses para saber que es una persona graciosa, pero a la vez resguardada. La gusta reír y hacer reír. No la gusta llorar y hacer llorar. Me queda tiempo para saber cuál es la razón por la que aún no consigue llorar delante mío. Eso es signo de vulnerabilidad, la da temor llorar con alguien porque sabe que si lo hace, las puertas en su interior se han ido abriendo poco a poco, y ella quiere tener una para sí misma, una fortaleza en la que sólo ella y nadie más que ella pueda vagar. Si llora delante de mí eso significa que no es lo suficientemente fuerte como para afrontar sus propios sentimientos y mantenerlos a raya, por lo menos el tiempo necesario hasta que se encuentre sola. Se tomará su tiempo y paseará hasta que la de las ganas de llorar. Porque una vez que fuerza sus sentimientos, se la olvida recuperarlos. Finalmente a altas horas de la madrugada encuentra una roca se sienta, recapacita.. siente, recobra la humanidad. Humanidad sí, porque somos humanos si tenemos hambre comemos, si tenemos frío nos calentamos, si tenemos sueño nos dormimos... pero ¿y si estamos hartos? ¿Y si no sabemos qué nos pasa, cuál es la razón de ese afligido sentimiento? ¿Y si queremos amar, que hacemos? ¿Y si queremos estallar qué? ¿Y si queremos olvidar? Ella no tenía ni idea de lo que hacer; y por fin, se dejó abrazar y se quedó sin lágrimas. De tanto llorar las emociones la habían ahogado.
Los pequeños detalles los sabe ver. La vale unas tortitas por la mañana, el suave ronroneo de sus gatos o una llamada inalámbrica de una de sus muchas amigas contándola que hoy su padre va a volver a visitarla. He logrado en pocos meses darme cuenta de que uno de sus mayores secretos ha sido la confianza. Los temas de amor irán más tarde. Ha sido cuestión de meses saber que la gustan las películas tristes y bonitas, contrastan con ella de una manera escalofriante e incluso realista. En ellos se ve a sí misma vagando por sus más temerosos deseos y anhelos, surcando por sus sueños sin encontrar la felicidad; chocando finalmente con la realidad. Ha sido cuestión de tiempo saber que la gustan las canciones italianas, al igual que ella; los ritmos suaves y lentos acompasaos de melodías sinuosas y armónicas. La gusta ser sorprendida y hacer sorprender, no la gusta lo drástico y menos lo constante. La gustan los comentarios ebrios totalmente fuera de lugar así como la sinceridad que ve en ellos. Ha sido tan solo cuestión de segundos saber que odia los espacios cerrados así como las personas cerradas. Sueña con un campo de ortigas todas las noches, visualizándose a sí misma correr hacia lo infinito, lo jamás visto. Sueña con la felicidad y con la posibilidad de algún día encontrarla. Se queda conforme saber que algún día alguien la estará esperando, no necesita vivir de ilusiones pero tampoco de aciertos, odia la impotencia y la ignorancia así como la falta de sensaciones o emociones, la aterra lo neutro. Han sido cuestión de tiempo conocer los motivos de sus esperanzas, al igual que sus derrotas. Tan solo ha sido cuestión de segundos, de instantes.
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Lo que jamás llegue a decirte.
Short Story¿De verdad necesitas una introducción para adentrarte aquí? No lo creo. Espero que no seas de esas personas que vaya a juzgar un libro por su tapa o como en mi caso, por su lamentable descripción. Se crítico, aprende a juzgar sin preámbulo alguno, t...