Nosotros no escogemos a nuestros padres, podemos elegir lo que sea en esta vida, pero la familia es algo que no se elige, se vive con ella y tienes que aprender a llevarte bien con ellos solo por el simple hecho de compartir la misma sangre que tú. Muchos tienen suerte, pero otros desafortunadamente no tanto...
La noche se hacía más oscura y la luna se alzaba en lo alto del cielo mientras acostado en mi cama pensaba en otro maldito día de escuela, apenas llevaba unas semanas de haber comenzado el segundo lapso del tercer año de preparatoria y ya lo odiaba, deseaba tener 15 años al menos para mínimo sentirme un poco más grande, más dueño de mis decisiones, aunque mi verdadera meta es cumplir los 18 para así irme de este triste pueblo y hacer mi vida lejos de aquí, estar lo más alejado de todo lo que me rodea.
Cuando la mañana arribó me levanté y me preparé para el inicio de clases, me puse el uniforme de camisa blanca, chaqueta y pantalones negros para ir a la correccional... ¡Digo! para ir al colegio. Odiaba la escuela, era insufrible, no soportaba tener que estar ahí.
Bajé las escaleras, tomé mi mochila, me dirigí a la cocina en donde agarré una tostada, le di un mordisco y le dije a la señora Pinebrock que me iba a la prepa pero me detuvo jalándome del bolso.
—¡Hey, hey! ¿No vas a desayunar aquí?
—Yo me como esto en el camino, no te preocupes —mencioné con indiferencia.
—Está bien —contesta con recelo.
Estaba a punto de irme, pero noté que se volteó de lado mostrando la mejilla. Volteé los ojos y me acerqué a darle un beso para despedirme.
—¡Hola! Matt —me saluda la pequeña Crissy sentándose en una silla del comedor.
—Hola pequeña ¿cómo estás? —esbocé una ligera sonrisa.
—Creciendo, ya no me tendrás que decir pequeña en poco tiempo —dijo con una tierna risa.
—Que cumplas 10 no significa que ya seas muy grande —dije levantando las manos exagerando.
—Tú tienes 14, tampoco eres tan grande —me dijo desafiante.
—Pero sigo siendo más alto que tú —dije tocándole la nariz—Oye ¿y Theo?
—Sigue durmiendo como siempre, llegará tarde a la escuela —dijo dándole un mordisco a su tostada.
—Igual que tú si no te apresuras a comer. Bueno, ahora sí me voy, saluda a Theo de mi parte —le doy un beso en la cabeza.
—Adiós, Sra. Pinebrock. —digo por último y entonces...
—Matt, sabes que puedes llamarme madre de vez en cuando, ¿no? —me detengo en lo que hace la acotación y la miro sobre mi hombro.
—Lo sé —dije en seco, y finalmente me fui.
Salí por la puerta trasera de la cocina y como era de esperar al caminar por el patio, Sci-fy se atraviesa en mi camino e intenta subirse encima de mí para jugar. Le dije que tenía que irme y que jugaremos luego, ella se tumbó en el césped y no me resistí a acariciarla. Tuve que dejarla para avanzar hasta la calle en donde su correa no podía llegar. Aunque fuera un perro, eso no la distanciaba de ser el miembro de la familia que mejor me caía, más, si es una Golden retriever tan hermosa como ella.
Me fui camino a la parada de autobús en donde esperé un buen rato hasta que llegara mi transporte a la penitenciaria.
Mi vida no era tan fatal después de todo, tenía una familia que me amaba y yo a ellos, esta vez se podría decir que tuve suerte, yo aún no paraba de decirle Sra. Pinebrock, tal vez porque así me acostumbré y me es extraño tener que decirle madre de nuevo a otra persona.
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SMILEY
HorrorEl Mal Te Sonríe. [Spin-Off de No Mires Atrás 2] Matt es el típico chico solitario de la escuela, odia a todo el mundo, es antisocial y tiene pocos amigos. Un día su vida cambiará para siempre cuando un ente maligno despierta con sed de sangre. Pron...