Capítulo 20: "Situación Límite"

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N/A: Dos noticias...Una buena y otra mala (?) La primera, la mala: Estamos en los últimos capítulos de la historia u.u La buena, espero xD ¡Hay segunda temporada! Así que espero de todo corazón que les guste hasta ahora n.n

En la foto: Sasuke, asustadito e.e (No estaba sin camisa, pero pos' fue lo mejor que encontré xD)

— ¡Itachi, maldita sea! ¿Qué hago?-ladró el Uchiha menor, al celular que sostenía con dificultad entre su oído y su hombro.

El brazo herido sangraba descomunalmente y ardía como si le hubiesen dado cientos de puntadas sin anestesia alguna. Su otra mano apuntaba temblorosamente un arma a la puerta del improvisado escondite que había hallado.

Era una salita diminuta, en el segundo piso de la casa donde Sasuke vivía con Madara. Al entrar, había tirado un florero al suelo casi sin darse cuenta, por lo que estaba seguro de que su mezquino tío ya sabía dónde se encontraba.

Escuchó la voz de Nadine decir:

—Itachi, conoces esa casa, dile dónde puede esconderse, qué puede hacer.

Y luego el sonido inconfundible de una cachetada, como si la muchacha se la hubiese dado a su hermano, entonces escuchó a Itachi tartamudear:

— ¿Dónde te encuentras?

—En la piecita pequeña del segundo piso, pero rompí un maldito florero al entrar aquí, así que sabe dónde estoy, le escucho caminar por el pasillo-Sasuke apretó los dientes del ardor punzante que sentía en su brazo-Además, he dejado sangre…en todo el pasillo.

—Sasuke…-Itachi estaba hecho un manojo de nervios.

Había que verle la cara, estaba desfigurada por el miedo, el odio…Si a Sasuke le pasaba algo, todo lo que quedaba de su familia (no considera ni a Obito ni a Madara como de su familia) habría desaparecido, la persona que más quería proteger en el mundo habría muerto.

Sasuke suspiró cansinamente y le dijo:

—Hermano, no sé si Nadine te lo haya dicho, pero hace tiempo me di cuenta de que no tenías nada que ver con la muerte de papá y mamá. Sé que antes parecía odiarte…

Era cierto, hace unos años Sasuke detestaba a Itachi, le odiaba por ser el aparente “asesino de sus padres”, pero ahora sabía que su tío tenía la culpa y se arrepentía profundamente de todo aquel odio generado a la persona incorrecta y a la única persona que lo quería proteger y que lo quería.

—…Pero ya no…-prosiguió, luego de jadear cansado y oír los pasos de Madara acercarse con lentitud, como si estuviese jugando con él-No te odio, te valoro más de lo que crees, te admiro y te respeto, pero por favor…Ya no estés preocupado, todo irá bien si me ayudas.

Itachi esbozó una sonrisa de costado y sintió que Nadine hacía lo mismo a su lado, por lo que retornando a sus actitudes frías comenzó a explicarle:

—Óyeme bien: De seguro te encontrará, en cuánto abra la puerta, no esperes ni un segundo más: dispárale. Dispárale a un punto donde sepas que no se morirá, es importante que él no muera, le necesitamos vivo o jamás pagará por todo lo que ha hecho. Me supongo que cargas con un arma contigo ahora, ¿no es así?

—Sí-asintió Sasuke.

—Bien, entonces, es mejor que te pongas de pie.

Sasuke le obedeció. La sangre goteó en el suelo de madera y por la luz de la luna que se colaba por una pequeña ventana que había en esa piecita, se notó cómo aquel líquido carmesí manchaba el piso de madera.

Una Niñera para Akatsuki. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora