Capítulo 24: "Infiltrados"

3.7K 221 89
                                    

N/A: Hola! Al fin regresé *O* En fin, yo...Tenía problemas con Internet, quizás lo sepan...Pero bueno, la verdad es que ya volvi n.n Y espero que les guste musho n.n/ En fin, contestaré comentarios más tarde, está bien? Tengo que ponerme al día leyendo...

¡Gracias por los 14 comentarios! Casi olvidaba decir eso XD

Saludos ._.)/  Y perdonen si hay algún error o algo, pero es que no estoy del todo concentrada D:

En la foto: Sasuke c:

Nadine tuvo que pasar por el hospital una vez más antes de ir a casa de Maru. Necesitaba decirle a Deidara lo que iba a hacer. No tuvo reparos en ir rápido hasta la sala de espera para encontrarse con el rubio, que lucía muy tenso y caminaba de un lado para otro. No había casi nadie allí y las pocas personas que sí estaban en ese sitio (que no eran más de diez), miraban con curiosidad la camiseta manchada de sangre del rubio, aunque intentaban ser lo más discretos posible. Nadine caminó con rapidez hasta él y le tomó de una mano, para llamar su atención. La obtuvo de inmediato ya que el rubio la miró con rapidez.

—Has vuelto…

—Sí. ¿Hay alguna noticia?

—Nada, no ha salido nadie de ese lugar y estoy comenzando a hiperventilar.

—Ve a la cafetería, come algo-le aconsejó ella.

—No tengo hambre-aseguró el rubio.

Nadine suspiró y le dio un fuerte abrazo. Estaba a un paso de hacer algo muy peligroso y que pondría en riesgo su existencia. Era egoísta tener que preocupar a sus amigos haciendo lo que iba a hacer, pero necesitaba encontrar a Madara y darle su merecido. Deidara le devolvió el abrazo algo extrañado y luego ella le dijo:

—Oye…Tengo muchas cosas que hacer ahora que todo se está arreglando…Primero que nada debo hacer algo importante que no puedo decirte qué es. Luego…Iré a hablar con Itachi. Está claro que hubo un muy mal entendido entre nosotros y quiero dejarle las cosas en claro porque de hecho es…Un buen amigo y no quiero que eso cambie por lo que pasó.

No se podía ignorar el hecho de que estuvieron a un paso de tener relaciones sexuales. Nadine necesitaba dejar las cosas en claro antes de seguir adelante con Deidara porque no quería que quedaran asuntos sin resolver.

—Y finalmente, Dei…Luego de que los asuntos legales de tu libertad y demás se arreglen…Seremos felices. ¿De acuerdo?

—Claro…-estuvo de acuerdo él.

—Y…Se me había ocurrido algo. No sé qué pienses al respecto y sea cual sea tu decisión la respetaré, pero…Creo que necesitas ir a ver a tu papá y explicarle lo que sucedió y cómo fueron las cosas para que no tenga ideas incorrectas sobre ti. Sé que le quieres mucho.

Deidara no respondió nada, entonces ella dejó de abrazarlo y le dijo que debía irse.

— ¿A dónde vas?

—Ya te lo dije: No puedo contarte nada al respecto. Yo…De verdad no quiero.

Más tuvo que obligarse a sí misma a tomar el arma que Deidara traía consigo ante las atentas y preocupadas miradas de las demás personas que estaban en esa sala de espera y la guardó con el seguro puesto en su cinturón, por debajo de su camiseta. Al rubio no le gustó ver aquello.

—Nadine…No seas idiota. ¿Qué harás?

—Lo sospechas… ¿Cierto?-preguntó ella, mirándolo seriamente.

Una Niñera para Akatsuki. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora