Una Niñera para Akatsuki. [En Edición]

Capítulo 23: "Interrogatorio".

N/A: Holi ._.)/ Espero que estén bien c: Pues nada, no tengo mucho que decir, solo una pequeña aclaración: Sé que es extraño que un chico de 16 años pueda llegar a ser líder ANBU (ya verán de qué hablo), más en este criterio de Universo Alterno con el que me manejo aquí, pero bueno, me he quedado con el manejo de edades de Naruto, ya saben: Que no importa la edad, puedes ser Jounin a los 9 si tienes con qué...Así como también Naruto en este fanfic es el hokage con 16...Vale? Era eso...Espero les guste c:

En la foto: Nadine, toa' enojada XD

PD: Perdón los errores, no puedo arreglaros por falta de tiempo, pero dentro de nada editaré los últimos capítulos para acomodar todo error que pueda encontrar.

Konan quería mantenerse al margen de toda aquella situación algo densa que se estaba gestando en la fría y oscura sala de interrogatorios del cuartel ANBU, pero al no estar Nadine como apoyo de Kakashi, a ella le tocaba estar allí.

Podrían haber estado Itachi, Kakuzu o Hidan (Sasori no, como es obvio), pero el primero estaba recuperando el tiempo perdido con su hermano menor y los otros dos estaban igualmente ocupados que Kakashi, pero con sus propios detenidos.

Kakashi decidió encargarse de Obito, Hidan de Kisame y Kakuzu de Zetsu.

— ¿Vas a soltar a los chupamedias* de Nagato y Yahiko, Kakashi?-preguntó Obito, sonriente. (*Chupamedias: Persona que alaba de forma exagerada, interesada e intencional a alguien para conseguir algo a cambio o ganar su voluntad.)

Tenía el cabello azabache todo despeinado y cayéndole encima del rostro, sudado y pálido. El ambiente dentro de aquella sala era realmente malo, había mucha tensión entre ambos individuos masculinos, puede que si el incidente con Sasori no hubiese pasado, Kakashi estuviese como lo habitual: Portándose con soltura, calma y paciencia, más en este caso no era así. Estaba impaciente y molesto y quería conseguir una confesión de parte del hombre de una buena vez, para conseguir meterle tras las rejas de por vida.

Más no estaba llegando a nada, Obito daba mil y una vueltas, haciendo enfadar al líder ANBU de formas que casi nadie lograba conseguir.

— ¿Chupamedias?-preguntó Kakashi, con mala cara-Ellos dos son personas que se han dado cuenta a tiempo del error que estaban por cometer y que decidieron conseguir su libertad por buenos medios. No han hecho nada más que lo correcto.

Konan frunció el ceño a Obito y el Uchiha, como si hubiese adivinado que la muchacha le estaba mirando mal hizo un comentario con el fin de cabrear a la muchacha también.

—Claro, apareció esta perra y repentinamente ellos cambian. ¿No? Ella les tuerce la forma de pensar, ella es una zorra manipuladora.

— ¿Zorra manipuladora? ¿Perra?-preguntó Kakashi, reaccionando, antes de darle oportunidad a Konan de hacerlo-Cierra tu sucia boca, ella es una excelente oficial de policía y además una gran muchacha, alguien que, si les habló o algo a Yahiko y Nagato lo hizo por el bien de ambos, porque les quiere y nada más, así que...Cierra tu boca. 

El líder ANBU, quien había estado sentado hasta ese entonces, decidió que era hora de ponerse de pie y tomarse las cosas mucho más a pecho y más seriamente. Sonrió abiertamente y se remangó las mangas de su camisa hasta los codos, como tenía calor, optó también por desprenderse un par de botones de dicha prenda y dejar su chaqueta negra colgada en el respaldo de la silla. Se pasó una mano por su despeinado cabello plateado y respiró profundo un par de veces, para volver a sonreír y dar frente a Obito como a él le gustaba hacerlo con aquellos criminales difíciles.

—No has querido un abogado, así que ahora ya no puedes pedírtelo...-le recordó Kakashi, sin dejar de sonreír ni por un momento-Ahora es cuando yo me pongo serio contigo. Te haré cantar todo lo que sabes y te arrancaré una confesión por la fuerza si eso necesito. Los beneficios de ser el líder aquí es que tengo todo el derecho de sacar las cámaras de vigilancia si eso quiero, por lo que si te lastimo, nadie me frenará, ni me impedirá desmayarte por los golpes. ¿Me entiendes, imbécil?