Con este y el anterior, dos capítulos hoy ♥
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La Farfalla
—¿Verdad que no me obligarás a dormir solo?
—No, Jack. Anoche dije eso porque no dejabas de molestar.
—Tengo miedo de dormir solo.
— ¿Por qué?
—No lo sé —chilló Jack.
Jack Rossi se despertó esa mañana un poco susceptible. Estuvo tan emocionado durante su primera noche en Austen que concilió el sueño hasta muy tarde; y mientras eso sobrevenía atosigó a su hermano hasta el cansancio. En el amanecer de un nuevo día, con sumo arrepentimiento y miedo de pernoctar sin compañía al caer otra vez la noche, empezó a disculparse:
—Ya no te molestaré con lo del mapache, lo juro.
Nicolás rodó sobre su cama y puso una almohada sobre su cara:
—¡Ya duérmete, Jack!
—Pero ya amaneció. Quiero ir a jugar.
—Apenas son las seis —continuó quejándose Nicolás—.Cielo santo, sólo dormiste cinco horas.
—¿Tú dormiste?
—¡No! —gruñó el otro por fin se levantó de su cama. Junto a esta tenía una mesita de noche y sólo una angostura la separaba de la cama de Jack.
Nicolás, malhumorado, tiró al piso su almohada.
La vivienda si contaba con suficiente espacio para que cada hijo de Gino Rossi tuviera su propia habitación, pero Jack no quería dormir solo. No se adaptaba fácilmente al cambio, y hasta nuevo aviso compartiría esas cuatro paredes con su colérico hermano.
Al terminar de desayunar Nicolás y Jack salieron de la casa con impaciencia. Desde que Betty contó que además de tener a Lázaro su padre también tiene con otro pickup insistieron en verlo con sus propios ojos. Gino finalmente accedió sin dar mucha importancia, no le gustaba la idea de que compararan a su amado Lázaro con el otro vehículo modelo 2009.
En lo que Betty presentaba a los chicos con el vecino de al lado Gino abrió el garaje. A continuación los chicos confirmaron que, a comparación de Lázaro, el vehículo dentro de este se veía más nuevo y cómodo. No obstante, Gino explicó que únicamente lo utilizaba para viajes largos y que Lázaro era su mano derecha, su incondicional.
Al salir de garaje Nicolás ayudó a su padre a cerrar el portón de este, el cual se cerraba de arriba hacia abajo...
—¿Qué mier... —intentó pronunciar bajo la mirada de censura de Betty.
—No digas palabrotas frente a Jack —lo regañó ella.
Para su embarazosa sorpresa, al terminar de bajar el portón Nicolás descubrió un corazón torpemente dibujado. Y en medio de este se leía: Nico y Emma x 100pre.
—¿A que no recordabas ese corazón? —le preguntó con ternura Gino, a la vez que Jack se doblaba de la risa.
—No... —dudó un poco Nicolás—. ¿O sí? pero, ¿por qué sigue ahí, papá? —alegó. El día anterior no lo había notado por despistado.
—Nunca tuve ánimo de borrarlo —cuchicheó Gino—. Siempre me acuerdo de ti cuando lo miro.
—Gino —Nicolás señaló el corazón— ¿te das cuenta de lo vergonzoso que será para mí que todos en esta calle sepan que el autor de esta ridiculez vive aquí otra vez?
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La Mariposa Enjaulada ©
FantasiEn un pueblo perdido en el mapa llamado Austen, el corazón roto de Yoshiko maldijo a la sangre del hombre que la traicionó; y por ello, Emma, la hija del maldecido, morirá a manos de Yamamba, el demonio de las montañas, de no ser liberada. Nicolás R...