24 de marzo.

1.

Alec

- Megan, puedo explicarlo- mencioné asustado.

- Pues espero que lo hagas.

Lo pensé durante unos minutos y finalmente decidí decirle las cosas con total sinceridad. Muchas cosas cambiarían, y quizás se lo diría a mis padres, pero no quería vivir ocultándome detrás de alguien que no soy. Magnus y ese extraño cariño que sentía por él me hicieron entender que jamás tengo que negar quien soy, y que las personas que realmente me aman lo aceptarán, y quiénes no... Sería mejor apartarse.

- Magnus Bane, es mi novio- me callé unos segundos- Megan, soy homosexual.

Agaché la mirada, y me sentía realmente mal al ver que Megan no pronunciaba palabra alguna, sin embargo me sorprendí al ver la mano de Megan sobre la mía.

- Lo sé Alexander.

La miré y eché un vistazo a su mirada que expresaba un gesto de comprensión.

- ¿Me perdí de algo?- dije totalmente anonadado.

- Alexander, creo que siempre ha sido un poco obvio. ¿Recuerdas a Richard? Cómo lo mirabas y sonreías cuando te dirigía la palabra- mencionó el hecho sonriendo.

- Bueno, supongo que eso no funcionó muy bien ya que se mudó a Texas.

- Pero no fue por ti, creeme- Megan rió- Alec debes saber que yo te acepto así seas un mono, un alien o un hechicero. Eres mi mejor amigo.

- ¿Lo soy?- dije sorprendido.

- Por supuesto, te conozco desde los 2 años.

- Entonces... ¿No estás enojada?- dije aliviado.

- Claro que lo estoy, me duele que no hayas tenido la suficiente confianza de decirlo antes. ¿A caso crees que soy un mounstro?

- No...- dije pensativo. Megan me miró indignada- Es broma, claro que no pienso eso, pero tengo una pregunta... ¿Por qué a pesar de saberlo, ¿seguías tratándome como tu novio?

- ¿Sabes? Se volvió costumbre, y en un principio claro que me gustabas e intenté que surgiera algo entre nosotros, pero al parecer jamás funciono- dijo alzando las cejas- y ahora estás enamorado de un chico bastante amable por cierto- mencionó sarcásticamente- es un ángel.

- Oh, vamos Megan. Él en serio es un buen chico, sólo... Necesitas conocerlo.

- Me encantaría. Mientras tanto, cuéntame ¿cómo lo conociste?

Pasé toda la tarde y casi noche hablando con Megan acerca de Magnus. Me ponía muy feliz el hecho de que no se haya enfadado y que decidiera guardar el secreto.

Me recalcó su apoyo y su gran cariño.

Me dió algunos consejos, y el primero fue el regresar con Magnus a hablar acerca de lo que éramos y lo que podíamos ser si él estaba dispuesto a brindarme su apoyo el tiempo que fuera necesario para decirle a mis padres acerca de mis preferencias sexuales.

(...)

Magnus

Estaba muy aburrido en mi apartamento, sin embargo últimamente me había dedicado a reflexionar acerca de lo que sentía por Alexander.

El chico me había salvado la vida y había llegado a ella para iluminarla.

El tiempo que estuve con él en su apartamento, alegraba mis días por la mañana al verlo con su cabello alborotado y esos ojos tan profundos que tanto me gustaban.

Me había ayudado a desaparecer todo rastro de querer quitarme la vida, ya que la principal razón era mi soledad. Pero ahora ya no lo estaba, el chico de los ojos bonitos me acompañaba y era mi razón para seguir adelante.