Isabelle no era una chica nada fácil.
Simon y su hermano se estaban percatando de ello.Recién había llegado una carta para la chica pelinegra:
"La fiesta del año se acerca, en nombre de Alexander McQueen eres un honorable invitado de ésta exquisita celebración. Eres libre de llevar a un par de invitados. Asegúrate de que sean los adecuados, será una fiesta llena de placeres y tentadores pecados a realizar. Felicidades, serás parte del evento más sublime del año".
Por lo tanto, esa era la razón de estar frente a ella mirándola modelar montones de ropa.
Claro, para Simon no era problema, pero después de casi tres horas comenzaba a desesperarse un poco.
- ¡No saben nada! ¡Nada! ¡Ésto jamás podría combinar! ¿Por qué dicen que sería el atuendo perfecto? ¡No lo será! ¿¡A caso quieren dejarme en ridículo?! ¡Son los peores!
Ambos se quedaron sorprendidos debido a sus gritos dentro de los vestidores, el ojiazul suspiró recargando su mentón sobre su mano mirándola hacer su berrinche mientras Simon aún seguía atónito debido a su actitud.
- Simon amor, ¿Me pasas el vestido negro de allá?
Ambos chicos se miraron confundidos, el de gafas se acercó al mayor- ¿T-tu hermana está bien?- musitó un poco asustado.
- Así son las chicas, ¿Qué te digo? Por eso me acomodo mejor con los chicos- y por primera vez después de casi dos semanas, el ojiazul se dió la libertad de soltar algunas risitas.
Risitas que solo habían existido cuando Magnus lo hacía sonrojarse o hacían presencia con su maravilloso sarcasmo.Mientras Simon se acercaba a Isabelle, Alec desvió la mirada hacia el techo pensando en la dichosa fiesta, a la cual había sido invitado por su hermana.
¡Alexander! ¡Tienes que ir! ¡Quiero a mis chicos favoritos ahí! Además, podrás conocer a más personas, distraerte un rato. Quizás... Conozcas a alguien nuevo.
Era una fiesta en la que muchos modelos, diseñadores, artistas e incluso empresarios asistirían.
Pero no le entusiasmaba en lo absoluto al mayor de los Lightwood.
No era un chico de fiestas, y no quería conocer a nadie más.
El solo quería a Magnus.
Su Magnus.- Alec, necesito que te pruebes algunos trajes, yo ayudaré a Simon, y quizás tardemos un poco porque me encanta como se ve con trajes- la pelinegra se giró y le guiñó un ojo a su novio.
-Ugh, Izzy... No quiero los detalles- rodó los ojos levantándose de donde estaba- Iré a ver algunos pero no prometo nada.
Isabelle bufó mirándolo- Bien, entonces los ayudaré a ambos. Parece que no saben hacer nada... Sin ofender amor- sonrió inocentemente hacia Simon.
Los tres chicos se dirigieron al apartamento de hombres, en la sección de trajes.
Jamás imaginaron el problema que se les vendría. Tardaron cuatro horas en complacer a Izzy con un atuendo adecuado para la fiesta. Modelaron para ella prácticamente toda la sección para que al final se decidiese con uno de los primeros atuendos.
Izzy volvió al departamento de chicas por el vestido elegido y su día termino así: eran los últimos en la tienda.
Cuando finalizaron sus compras se dirigieron a casa.
El castaño iba conversando con Izzy en el auto, la chica en serio estaba extasiada por la fiesta que se aproximaba y hablaba acerca de todos los que asistirían, o por lo menos de los que ella sabía.
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24 de marzo.
RomanceMalec/Klaine AU. - ¿Magnus Bane? ¿De qué estás hablando? Él... Él está... M-muerto. - Creo que tendremos que hablar sobre ello- dijo Magnus acercándose lentamente con lágrimas rodando por sus mejillas.