capitulo 41

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¿Sabéis lo agusto que me siento entre los brazos de Thomas?
Me encontraba en su cama después de volver a la casa con todos nuestros amigos.

Estaba apoyada en su pecho mientras el trazaba círculos en mi espalda.

Unos golpecitos provenientes de la puerta llamaron nuestra atención.

Sarah asomó la cabeza y me miro con asco.

-ups perdona esque la otra noche me deje las bragas. -venia para joder sabia que lo hacía.

-Sarah vete de aquí -dijo Thomas señalándole para la puerta.

Me levanté y me coloqué frente a ella.

-¿sabes? Aun no es carnavales para que vayas disfrazada de puta. -abrió su boca y se colocó una mano en su pecho indignada.

-¡me voy de aquí,vuelvo a California! -chilló saliendo con un portazo.

Me volví a acomodar junto a Thomas, posando un beso en sus labios.

(...)

-¡vamos Daira! -chilló Noah,esperando a que saliese de el baño.

-ya esta.

Se metió corriendo y cerró la puerta,por lo visto se estaba haciendo pipí.

Reí yo sola, quien me viese pensaría que me estoy volviendo loca.

Fui en busca de Maika la cual no estaba por ningún lado ni ella ni Dylan a saber de esos dos...

Me acomodé en la butaca de la piscina y comencé a leer un libro.

Unas manos taparon mi vista totalmente haciéndome sonreír.

-Thomas.. -en efectivo era el, cuando quito sus manos se sentó a mi lado.

-¿nos bañamos?

-no,no tengo ganas -volví a concentrarme en mi libro,lo cual me lo arrebato tirándolo para el suelo.

-¡ei! -me queje ante su acción.

-tengo bastante especialidad en tirarte.-una sonrisa traviesa se posó en su rostro.

-no serás capaz...

Cuando intentó cojerme, lo pare cojiendo de su nuca y besándolo, pero él me agarró me cojió poniéndose en el filo de la piscina.

-¿quieres ver lo capaz que soy? -se acercó un poco mas.

-¡sueltame,Thomas Ólite! -lo pegué a mi con fuerza.

-De acuerdo yo te suelto. -nos tiremos a la piscina, buscaba tocar pie, pero no encontré ningún suelo,me entró pánico, sentía que me faltaba el aire, Thomas me llevo rápidamente para la superficie mientras con mis piernas me enredaba en su cintura.

-no me sueltes.. -le susurré.

-no te soltare nunca,pequeña. -sus brazos se posaron en mi cintura.

Lo miré, a esos ojos azules,bajando hasta sus carnosos y sonrosados labios, en lo de menos de un segundo ya estaba besándolos.

-salgamos de la piscina.-dice ayudándome a salir.

Me pasé una toalla por mis hombros y nos adentramos en la casa.

(...)

Ya estaba callando la noche, Thomas me pidió que dormirse con el,al cual yo acepté sin pensármelo.

Ahora mismo todos nos encontrábamos en el jardín haciendo una barbacoa.

Me acerqué a Thomas y me senté en su regazo.

Comencé a tocar su pelo y envolverlo entre mis dedos, me encantaba esa sensación, de estar junto a él y saber que es solo mio.

Lo cojí de la nuca y lo besé.
Me miro sin comprender nada,me reí y volví a besarlo.

-¿a que viene tantos besos? -dijo aferrándome mas a él.

-¿acaso no puedo? Pero que si no quieres yo... -me levanté pero su mano me volvió a sentar en su pierna.

-lo único que quiero es que no pares. -le sonreí y acerqué mi boca a la suya.

(...)

Eran las 1:00 de la madrugada y ya estaba mas muerta que viva.

Me despedí de mis amigos y Thomas y yo nos dirigimos a la habitación.

Cerró la puerta y se acercó a mí.

-ponte esto anda. -me tendió una camiseta suya blanca.

Hize lo que el me pedía,la camiseta me quedaba gigante, me llegaba por los muslos como un vestido. Se me pegó con la espalda y me abrazó.

Toque su mejilla y me giró para mirarnos.

-te quiero Daira -sus palabras me erizaron los pelos.

Pose mis labios contra los suyos, que al rato el beso se volvió más intenso,fui en busca de su lengua el cual la suya encontró la mía más antes que yo.

Me posó suavemente contra la cama y comenzó a darme besos por el cuello mientras se me escapaba un pequeño gemido.

-Thomas para... Debo de decirte algo...-me miró a los ojos esperando a lo que le diría.-yo...soy virgen.

-no sabes cuanto me alegra no ser el único.... -río.

-¡mentiroso! -le dí un pequeño golpe en su hombro.

Me volvió a besar, sacando de un tirón mi camiseta,y mi ropa interior.

Recorrió cada parte de mi piel desnuda llenándome de un placer que recorría mi cuerpo.

Estaba dispuesta en entregarme a el, esperando que sea el primero y el último.

Esa noche me despedí alegremente, adiós mi virginidad.
-

Sonreí.


Un Espacio Entre Nosotros Dos// 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora