Gato sin cola

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Por la mañana me despertó una voz, pero no la de mi madre, la voz de mi gatito.

¿?:  Despiertaaaa~

Yo:  Buenos días gatito.

Con una gran sonrisa sostenía una bandeja con unas magdalenas y un zumo (con un olor... no se porque  no hay velas aromáticas de esto, yo las compraba)

Yo: ¿Y esto? Me siento como una princesa.

¿?: ¡Es que me levante temprano, y no tenía nada que hacer!

Yo: ¿Como es qué te despertarte tan pronto?

¿?: El perro ese del demonio....

Yo: Jaja, muchas gracias.

Cogí la bandeja y la puse en mi regazo. En ese momento pensé, que mucho vivir en mi casa, pero no me había dicho su nombre.

Yo: Una cosita ¿Tienes nombre?

¿?: Mmmmm... P. 1

Yo: {¿P.1? Parece un nombre de espía}

Yo: Pues tenemos que ponerte nombre.

¿?: ¡¿Enserio?!

Yo: Ya va siendo hora. ¿Q tal..... Shiro?

Según una amiga mía, (la friki) Shiro aparte de ser un personaje que le gustaba significaba blaco. Y le iba al pelo, nunca mejor dicho.

Shiro: ¡Kyaaaaa, si!

Yo: Pues Shiro, pero eso cuando salgamos, yo te voy a llamar gatito.

Yo: Por cierto te he dejado unas cosas en esa bolsa de allí.

Shiro: ¿En serio? ¿Cuando lo compraste?

Yo: Ayer, mientras echabas la siesta.

Corrió a una bolsa encima de mi escritorio. Lo primero que vio fue unas cuantas prendas de ropa. Puso sobre la mesa unos pantalones negros pegados, un poquito rotos. Una camiseta blanca, con un poquito de escote (hay que lucir). Un colgante con un diente, supuestamente de tiburón y unos playeros de marca (me gasté todo el dinero en eso...)

Shiro: KYA ¿Te a costado mucho no?

Yo: También hay otra cosa al fondo.

Rebusco un poco más en la bolsa, y cuando encontró la sorpresa sus ojos se abrieron como platos.

Shiro: KYA KYA KYA ¡GRACIAS!

Yo: Jajaja, ya no tendrás aue molestar al perro de los vecinos.

Sacó de la bolsa unas pelotas que  rebotan y las empezó a lanzar por el cuarto y perseguirlas.

Yo: Como se nota que eres mitad gato.

Yo: Deja eso un momento y pruebate la ropa a ver si te queda bien.

Salió un momento al baño mientras yo terminaba el desayuno y limpiaba un poco, pero sobre todo.... ¡abrir las ventanas!

Shiro: ¡Ya estoy!

Yo: ¡Pasa entonces!

Cuando entró en verdad parecía un modelo, había elegido muy bien las tallas. Lo único.... que las orejas y la cola todavía se veían, no pensé en eso en la tienda.

Yo: Estas muy sexy jijiji.

Shiro: Gr-gracias...

Shiro: Pero.... ¿Q hago con...?

Yo: ¡Lo tengo!

Abrí el armario y busqué un gorra negra, que me había encontrado un día limpiando. Eran lo suficientemente grandes como para tapar sus orejas.

Yo: Paso a paso.

Le puse la gorra al revés y gracias al cielo (y a las gorras) no se le notaron las orejas.

Shiro: ¿Y la cola?

Yo: A ver como apaño yo esto.

Yo: ¡Ya sé!

Me puse detrás de él y le levante la camiseta, dejando su espalda al descubierto.

Yo: Pega la cola a la espalda.

Según lo hizo bajé su camiseta y su cola casi no se notaba. Volví a ponerme en frente suyo y.... (estaba para toma pan y moja)

Yo: Realmente tendrás novia dentro de poco con esteeeee, todo.

Shiro: (puso una carita) Entonces...

Ese gato es un total misterio, no entendía ese cambio de actitud (ni que le hubiera insultado) Y sabia perfectamente que no me lo iba a decir. Ese gato es un misterio, y de los de telenovela.... Una gran telenovela de gatos.

Bigotes de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora