A la mañana siguiente la alarma de mi teléfono empezó a sonar, lo cuál despertó de golpe a Shiro, que dormía placidamente en mi puf.
Shiro: ¡¿Qué suena?!
Yo: ¿Te ha asustado gatito?
Shiro: Nyaaa pues claro ¿Qué hora es?
Yo: Las siete de la mañana.
Shiro: Tan prontooooo...
Yo: Sí, tengo que ir al Insti.
Shiro: ¿Insti?
Yo: Un sitio donde se va a aprender 5 días a la semana por la mañana.
Shiro: ¡¿Kyaaaa?! ¡¿Voy a tener que estar todo ese tiempo solo sin ti?!
Yo: Eso parece gatito.
Me levante y me dí una ducha rápida. Me puse una falda roja a cuadros y una camisa de tirantes con el escote echo de encaje y unas francesitas negras. Luego me recogí el pelo en una trenza y bajé a desayunar a la cocina, donde me esperaba Shiro.
Yo: Desayuno y me voy ¿Vale?
Shiro: ¡¿Ya?! (Bajo sus orejas de golpe) Nyaaaa....
Shiro: ¿Y como es?
Yo: Pues... es grande, con muchos chicos y chicas.
Shiro: ¡Chicos! ¡¿Hay chicos allí?!
Yo: Claro.
Shiro: ¡¿Y tú conoces alguno?!
Yo: Por supuesto hombre.
Miré mi móvil que marcaba una hora peligrosa, solo tenía 10 minutos para ir a el primer día de clase. Eche a correr sin despedirme de mi gatito. Cuando llegué a el instituto vi Lucas, mi mejor amigo y prácticamente hermano. Los dos tenemos el mismo nivel de retraso...
Lucas: ¡Celeste! ¡Cuanto tiempo amiga!
Yo: ¡Lo mismo digo compañero!
Lucas: Aunque sigues con el mismo culo gordo de principio de vacaciones jajaja.
Yo: ¡Pero seras! ¡Deshonra sobre tu vaca!
Lucas: No tengo vaca.
Yo: ¡Pues comprate una para que pueda deshonrarla!
Lucas: Jajaja, eres la leche.
Yo: Merengada no te fastidia.
Lucas y yo: Jajaja.
Yo: ¿No deberíamos entrar?
Lucas: ¿Por? Todabía quedan 15 minutos.
Yo: ¡Entos mi móvil está mal!
Lucas: Pues eso parece jejeje.
De repente unos gritos de chicas llamaron nuestra atención (parecía que Justin Beiber estaba presente) Pero no fue así, fue algo todavía más gordo. No era un cantante..... Era un gatito. ¡Mi gatito en la escuela! Mis ojos se me abrieron como platos, casi tanto como cuando mi móvil se rompió (Salvo el teléfono de Yurio, eso es indestructible XD. Lo siento lectores, tenía que hacer la broma)
Lucas: ¿Y ese modelo peliblanco?
Todas las chicas estaban realmente babeando, aunque era normal. Todas querrían una tableta de chocolate blanco en vez de una barra de mantequilla, que tenía los chicos del instituto. Nada más me vio se acerco a mí, pero no se porque al ver a Lucas su mirada se volvió muy seria y caminó hacia nosotros muy firmemente.
Yo: ¡S-shiro!
Lucas: ¿Shiro?
Yo: ¿Qué haces aquí?
El no contestó y de la nada me dio un abrazo envolvente por la espalda.
Reacciones de la gente:
Yo= ¡¿Pero que haces este?!
Lucas= ¿De donde a salido?
Chicas= ¡Wuaaaaaaaa!Lucas: ¿De qué lo conoces Celi?
Shiro: (Bufó mirando a Lucas) Perdona pero su corazón ya lo tengo yo.
Yo: ¡Shi-Shiro!
Lucas: Creo que mejor me voy.
Se marchó un poco incomodo, y yo mientras tanto tenía un koala albino pegado a mi espalda. Iba a contarle la cola cuajo, no podía venir a el instituto y montar el pollo. Parecía totalmente celoso de mi amigo, ese minino no está bien de la azotea. Me aparté de el enseguida tan roja por la furia como campanilla.
Yo: ¡¿Por qué estas aquí?!
Shiro: Porque quería venir a verte.
Yo: ¡Si nos hemos visto ahora en casa!
Shiro: ¿Y qué tiene eso que ver?
Yo: ¡¿Por qué has amenazado a Lucas?!
Shiro: ¡Porque ese chico no me caé bien y punto! ¡No me gusta que se acerque a ti!
Yo: ¡Vete a casa ya!
Shiro: ¡No quiero!
Yo: ¡Ya está me has cansado! ¡Por mí puedes irte de mi casa y no volver!
Shiro: ¿E.... en serio?
Yo: ¡Sí en serio! ¡Y ahora vete, largate ya que me estás cansando!
Me fui de allí echa una completa furia hacia la entrada. Arregle las cosas con Lucas diciéndole que era un primo que se había quedado en nuestra casa. Pasamos unas clases normales, escuchando al profesor Mr.Rufino dándonos la chapa sobre la vida de Napoleón ¡Que no me importa! Por fin toco la sirena que decía que mi libertad me había sido otorgada. Me despedí de Lucas y fui a casa.
Yo: Mierda es verdad, he reñido a mi gatito. Aunque ya lo arreglaremos al llegar.
Abrí la puerta de entrada y gracias al cielo la casa seguía en pie.
Yo: Gatitoooo, ya e llegado, lo sientoooo.
Nadie respondió, lo que me hacía pensar que estaría enfadado conmigo. Busqué por toda la casa y no logré encontrarlo, ya me estaba empezando a asustar.
Yo: ¿Gatito?... ¡Gatito!
Mi corazón estaba en un puño, había perdido a mi gatito. Se había escapado a Dios sabe donde, y quién sabe lo que le podría pasar
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Bigotes de oro
FantasyUna chica de 14 años llamada Celeste se encuentra una caja en la puerta de su casa. Al abrirla se encuentra una gran sorpresa