La chica del arco

Capitulo 17

Ahora me encuentro en otro cuarto lleno de chicos y chicas, yo estoy junto con mi hermano sentados en el piso, él me abraza mientras que yo tengo me cabeza recargada en su hombro.

-¿Qué nos van a hacer?

-No lo se.

Entra una señora, en la mano trae unas hojas en la mano izquierda, al parecer buscaba a alguien con la mirada y en eso nos mira a mí y mi hermano y nos señala.

-Ustedes 2 vengan con migo.

Nos paramos, me agarro de la mano de mi hermano y salimos del cuarto siguiéndola, caminamos un buen rato por los pasillos hasta que nos detuvimos en una puerta, la señora la abrió y entramos. Era una sala enorme con muchos asientos y varias personas hay.

-Tomen asiento - nos dijo la señora que nos escoltó.

-Se que tienen muchas preguntas pero lo que haremos será por el bien de todos - dijo una señora que está en la punta de la mesa - Muy bien, a partir de ahora se llamarán Curie y Thomas.

-No quiero que cambien mi nombre - dije enojada - Me niego a aceptar ese nombre.

-Macy tranquila - dijo mi hermano - Perdón pero ¿Quiénes son ustedes?

-Todos nosotros pertenecemos a una organización que se llama CRUEL - dijo un señor.

-¿Por qué trajeron muchos niños aquí? - pregunté.

-Eso ya lo averiguarán - dijo la señora - Pero primero los vamos a tener que separar a los dos.

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-¡¿Cuál es tu nombre?! - pregunto un señor gritándome.

-¡Macy! - dije con las fuerzas que me quedaban.

CRUEL me separaron de mi hermano y me enseró en un cuarto donde no puedo salir para nada, ahí me la he pasado estos meses. Tratan de que acepte el nuevo nombre pero me sigo rehusando, me ponen muchas pruebas cada vez más difíciles pero esta no es la manera de hacerlo.

-¡Es muy fácil Curie, solo acéptalo! - me empuja haciendo que caiga.

-¡No me llames así! Me llamo Macy no Curie.

-Enserio que no se puede contigo, eres capas de resolver problemas pero no de aceptar tu nombre.

-Llevan meses tratando de convencerme pero conmigo eso no va a funcionar.

En eso se abre la puerta y la doctora Page entra muy seria.

-Creo que nunca vas a cooperar, te quedaras con tu nombre si haces lo que se te diga.

-No tengo que pedirles permiso en aceptar mi verdadero nombre.

-Pero si quieres volver a ver a tu hermano no es así.

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Me encuentro sentada en una cama encerrada en un cuarto y la única salida es una puerta de fierro, me paro, camino hacia la puerta para abrirla pero no se abre, me empiezo a desesperar y trato de abrirla pero no se abre por último le doy una patada y me voy a sentar al piso recargándome en la pared. Después de un rato la puerta se abre y entra una señora como de unos 30 años que viste de una blusa, pantalón y bata blanca.