XVIIII

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El sol daba sus últimos rayos, me sentía pesada, cansada y sin fuerzas. Abrí los ojos lentamente y con pesadez, parpadié un par de veces. Estaba en mi cuarto, me levanté despacio ya que sino tendría un mareo, cuando estuve parada me sostuve con una silla y fui directo al cuarto de la niña, ella estaba dormida en su cama, me tranquilice. Fui al baño y me ví al espejo; de la mayor parte de mi cuello estaba morado, mis hombros estaban con mordidas y mis ojos estaban hinchados, me ví con un horror inimaginable. Estaba triste y enojada al mismo tiempo, me sentía ni más ni menos que una simple bolsa de sangre.

–Me vas a escuchar.

Me dirigí hacia su habitación y empeze a tocar como lo desquiciada.

–Abre!! Abre la puerta yaaa!!!!– estaba enojada, no paraba de gritar pero mientras sentía caer algo húmedo de mis ojos, empeze a llorar desconsoldamente, no entendía porque no la había escuchado.

De repente la puerta se abrió sola, entre pero no ví a nadie, algo que se me hizo raro. Fui en su búsqueda cuando me encuentro con Reiji.

–Disculpe Reiji-san no ha visto a Ayato?

–Lo ví salir al jardín

–Gracias– inmediatamente me gire con intención de irme pero me detuvo al agarrarme del brazo.– Qué sucede?

–Ven conmigo un instante.

Me jalo un poco brusco, después me metió a su laboratorio y cerro la puerta, me dieron escalofríos.

–Me enteré de la discusión que tuvieron–dijo al momento en el que giraba para verme.– Y se que estás molesta y que no entiendes.

–Tiene razón y por eso lo quiero averiguar, así que......–empeze a caminar hacia la puerta pero su brazo se interpuso.

–Que falta de respeto, no esperar a que alguien hablé o explique.

–Lo siento es sólo que estoy apresurada y con dudas.

–Si en verdad quieres saber que es lo que pasó me escucharas.

Yo solo asentí con la cabeza.

Pov Reiji

No le podía decir la verdad, por lo que inventé que había puesto a prueba  dos drogas que había creado y que la use de conejillo de indias ya que era "humana", que en nosotros no tendría efecto y también use a dos de mis hermanos para ver los efectos que está causaba.

Pov Anne

Así que me uso de esta de laboratorio, es en serio- pensé algo enojada.

–Se que no te agrada la idea pero esa es la verdad.

–Gracias por decirme la verdad, pero aún así no le puedo perdonar tan fácil lo que me hizo– dije furiosa

–Arreglenlo, ese ya no es mi problema. Y otra cosa, ten– me dió un jugo– es de arándano para que no quedes anémica. Puedes retirarte.

Tome el jugo, di las gracias y salí directo al jardín, empeze a buscar con la mirada hasta que lo ví tumbado en el césped.

–Hey–grite desesperada–hey, acaso no me vas a dicer algo después de lo que me hiciste. ¡Contesta!

Me acerque tanto que termine a lado de el, tenía los ojos cerrados y  y cuando los  y cuando los abrió su expresión fue algo melancólica. De inmediato se paro, por instinto di un paso hacia atrás.

–Anne, yo...... No sé que pasó

–Yo te diré que pasó–dije furiosa–no me dejaste hablar, no confiaste en mi– dije con tristeza.

¿Novia o niñera?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora