—Louis, ¿nos puedes contar un cuento? —el niño preguntó mientras sus demás compañeros asentían de acuerdo.
—¿Un cuento?—sonrió confuso —. ¿Cual quieren?—se inclinó para agarrar la canasta que contenía libros —.¿La bella durmiente? ¿La cenicienta?
—No, Lou —dijo otro niño —. Esos cuentos ya los hemos escuchado. Queremos algo diferente.
—Sí. Un cuento diferente al que nuestros papás nos cuentan siempre. ¡Por favor, Lou! ¡Por favor!
La idea de contarle a los pequeños su única historia real de amor lo tenia indeciso. Podía recibir quejas de los padres porque quizá para algunas personas les seguía pareciendo mal el hecho de que dos personas del mismo sexo mantengan algún tipo de relación o sentimientos entre sí. Se terminó rindiendo por las suplicantes miradas de los niños.
—Está bien —sonrió con la cabeza gacha —. Si eso es lo que quieren.
—¡Si, Lou! No importa si es rara, queremos oírla.
Louis les regaló una linda sonrisa.
—Había una vez... —comenzó con un ligero temblor en su voz y la mirada fija en sus zapatos —. Había una vez, un chico que se enamoró de otro chico —retomó la palabra.
—¿Como eran los chicos, Lou?
—Oh, ¿quieren saber como eran? —asistieron ansiosos —. Bueno. El más grande era torpe y solía arruinar las cosas constantemente. Tenía cabello castaño, sus ojos eran azules, su nariz pequeña y sus labios finos. Era muy torpe pero no era una mala persona, al final del día él sólo quería que su chico se encuentre bien. Oh, el otro chico... bien. El otro muchachito era... oh, Dios él era tan lindo —recordó—. Su cabello era color marrón y tenía muchos rizos.
—¿Rizos? ¿Como los míos, Lou?
—Sí, princesa, como los tuyos —le sonrió a la pequeña —. El rizado tenía unos hermosos y grandes ojos color verde. Sus ojos eran muy bonitos. Su nariz era recta y sus labios llenos. Como la persona más linda que puedan imaginarse, el rizado era así. Era un ángel.
—¡Continúa, Lou!
—Al principio todo era muy confuso —miró a los niños que lo miraban con mucha atención y ninguno dejaba de escucharlo para entretenerse con algún otro juguete—, porque ambos habían sido criados de diferente forma. Al castaño siempre le habían dicho, que el amor, era amor. Que no importaba si el se enamoraba de otro chico y no una chica. Ellos se habían asegurado de hacer feliz a su hijo, recordándole que en todo momento ellos lo iban a apoyar, sea cual sea la decisión que el tome. Por lo tanto el castaño se sentía seguro de sí mismo y siempre les agradeció a sus padres por permitirle elegir. Por otro lado, la vida del rizado era muy diferente a la del castaño. Al rizado le habían obligado a creer que debía estar con una chica si el era chico. Las parejas del mismo sexo eran mal vistas y los padres del rizado estaban de acuerdo con que era un error. Cuando el castaño conoció al rizado, le hizo cambiar de parecer. Siempre lo hizo muy feliz, aunque el rizado sea inseguro acerca de lo que sentía, sabía que siempre podía ser feliz al lado del castaño. Todo iba bien. Todo era tan lindo, como en los cuentos de hadas, donde todos son felices y no existe algo que se interponga en su camino. Todo iba bien hasta que el padre del rizado se enteró —los niños chillaron sorprendidos mientras Louis pasaba una de sus manos sobre sus ojos, los cuales se acumularon un par de lágrimas—. No creo ser capaz de poder contarle lo que pasó a continuación. Sólo les diré que nada terminó como ustedes piensan —muchos niños se acercaron a darle un abrazo a Louis al ver como este se encontraba.
Fue en ese momento en el que se dio cuenta cuanta falta le hacía Harry en su vida. Cuanta falta hacían sus abrazos y sus caricias.
Cuanto lo extrañaba.
Estaba jodido.—¡No llores, Lou! —dijo un niño —. Estoy seguro de que ambos pudieron ser felices y el día de hoy están juntitos con muchos hijitos. Estoy seguro de que ellos están bien.
Y Louis quiso que todo hubiese sido de esa forma, así no se encontraba contándole su historia a otros niños, cuando tendría que estar contándoselo a sus propios hijos. Le hubiese encantado poder terminar con un "y vivieron felices para siempre".
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Next to you
FanfictionSiempre supo que en el amor era un asco, las oportunidades que tenía siempre solía arruinarlas, pero había una persona que se mantenía a la espera de que algún día pudiesen mantener una relación amorosa. La posibilidad de que se termine enamorando d...