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Capítulo 8

Jueves 14 de Octubre

Las cosas comienzan a tomar un rumbo demasiado diferente.

La situación se va complicando al pasar los días.

Louis se marchita lentamente. Emocionalmente está hecho mierda.

Pero hay alguien.

Claramente había alguien que estaba ahí para apoyarlo.

Para abrazarlo y consolarlo cuando su rostro es un mar de lágrimas.

Johanna lo ve.

Ve que su hijo no está bien.

Le pregunta si está bien, Louis asiente sin ganas.

Sabe que no está bien. Sabe que la está pasando mal y no hace nada. Porque piensa que es algo pasajero; sin embargo no lo es. No es lloro hoy, mañana estoy bien.

Siente la tristeza que lo invade por completo en las noches donde no puede dormir, donde recuerda el porqué de las cosas. Y está intranquilo, el sueño no lo logra vencer por completo.

Duerme mal. Unas pequeñas ojeras comienzan a aparecer en su rostro.

Pero está amenazado. Sabe que si habla con sus padres éstos inmediatamente irán a parar al colegio, y se armará una gigante pelea al instante.

Luego el sufrirá las consecuencias, consecuencias superiores a las recientes.

Pero no era eso lo que lo atormentaba. Sino alguien más. Y eso no lo permitiría, y si llegase a suceder jamás se perdonaría.

Y se pregunta si realmente lo que hacía estaba mal. Se preguntaba si estaba bien que lo golpeasen por tener diferentes gustos.

¿Acaso era un crimen que le gustaran los niños y no las niñas? ¿Que estaba mal con eso?

Louis era gay.

Siempre lo sospechó, pero terminó afirmándolo cuando ese día se dejó llevar y besó a Thomas.

Todo había comenzado desde ahí.

Sus amigos lo aceptaron. Aceptaron sus gustos y preferencias porque eso no era algo que a ellos les molestase.

Sus familias eran religiosas y sin embargo no fue problema alguno.

Pero para los ojos desconocidos sí.

Se empeñan en molestarlo, como si no tuviesen vida propia de la cual ocuparse.

¿Qué pasaba con las personas que se portaban así?

Fue el miércoles de la primera semana de octubre cuando las cosas comenzaron a cambiar.

Cuando el timbre sonó todos salieron al pequeño recreo.

Iba como de costumbre con sus fieles compañeros.

Niall, Zayn, Liam y Thomas.

Aquel muchachito se apego tanto al grupo.

Ambos habían decidido seguir con su amistad como si nada hubiera pasado, sin embargo sabían que entre ellos había algo mas.

Ahora todo se basaba en sonrisas tontas y miradas llenas de amor.

—Mi padre me ha enseñado a jugar al golf.

—¿Ah, si?

—Mhm. Y para serles sincero me ha gustado mucho.

—Yo lo veo aburrido.

—Pues yo no. ¿Lo has jugado al menos?

—Ahora que recuerdo, no. No lo he jugado.