Capítulo 5

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Sábado 1 de Febrero, 4:48pm.

Se ha mantenido a la espera. El pequeño Louis mira la ventana, le pregunta la hora a Johanna constantemente, se lo nota raro, casi nervioso, como si éste día lo haya estado esperando hace muchísimo tiempo. Pero apenas han sido un par de días. 

Algunos autos llegan a la casa de los Styles, y cuándo ve algún niño su corazón se acelera.

Entonces decide que es momento, agarra la bolsa que tiene el regalo y sale hacia la calle, con el corazón latiendo a mil. Su pulso está realmente acelerado y su cabeza está gacha.

Al llegar ve a un niño de su edad y estatura, sentado en el suelo con la cabeza en su mano y sus brazos tocan sus rodillas, se lo ve aburrido, como si no quisiera estar allí.

Louis se acerca y nota que su cabello es un poco rojo y sus ojos celestes.

—Uh—dice y llama su atención —.¿Me haces un favor?

El niño lo mira raro y luego dice:

—¿Que quieres?

—¿Conoces a Harry?

El niño bufa y Louis puede sentir que una nueva amistad está por llegar.

—Ve a adentro y llámalo. Por favor.

El niño rueda los ojos indignado; sin embargo lo hace.

Cuando Harry sale con las mejillas sonrosadas, Louis frunce el ceño, para luego tirarse contra él y fundirlo en un maldito y amoroso abrazo.

—¡He estado esperando mucho! —dijo Louis con una sonrisa tonta en la cara —. Espero que te guste mi Hazz.

Abrió el paquete y su boca quedó en una grande O.

—¡Es genial, Lou! Gracias, gracias, gracias.

El único gesto que pudo haber hecho fue asentir con la cabeza, mientras sus mejillas se teñían de rojo.

Porque vamos... ¡Aquel niño cabeza de zanahoria estaba presenciando aquella escena!

Y adentro la casa estaba repleta de personas de diferentes edades solo por y para el cumpleaños de Harry; quien sin embargo estaba afuera, con él, poniendo su atención solo en él, en Louis, que adentro algunos solo lo tratarían como alguien más, o ni siquiera lo tomarían en cuenta. Y entonces cuando llegarían adentro Harry diría: "El es mi mejor amigo, Louis" y entonces sus mejillas se pintarían de rojo y una sonrisa tímida se formará en su rostro, y los mayores se reirán y algunos dirán "aww"

Un puchero se formó en su rostro al entrar y darse cuenta de que fue muy estúpido de su parte al haber imaginado semejante escena porque cuando ambos entraron a adentro —dejando al niño cabeza de zanahoria afuera— Harry ni siquiera fue capaz de decir "el es Louis", solo susurró "en un rato vuelvo" cuando oyó que unos niños lo llamaban. Simplemente fue un maldito niño marginado, con la decepción palpable en su rostro.

Así que abrió la puerta principal. No se sorprendió cuando nadie dijo "Espera Louis no te vayas", porque sabía que allí nadie lo tenía en cuenta y que Harry estaba demasiado interesado en socializar con alguien que no fuese él.

Se sentó en el suelo, imitando la posición del niño cabeza de zanahoria.

En ese rato descubrió que el niño estaba aburrido, no decepcionado porque ni siquiera conocía al niño que cumplía años, solo estaba por obligación allí. Descubrió que su nombre era Ed y su apellido Sheeran, tenia su edad y pronto comenzaría la primaria, ambos lograron llevarse muy bien. Acababa de hacer un amigo, pero también estaba a punto de perder a otro.

Antes de que el niño se fuera prometieron volver a verse pronto; porque ambos habían logrado conjugar bien. Sorprendentemente había un niño que pensaba igual que Louis, tenía bastante cosas en común con Ed y eso le bastaba.

El cielo pronto comenzaría a teñirse de hermosos colores, pronto el sol se escondería. Pero eso no era nada mas que un pequeño detalle sin importancia, sabia que sus padres le permitían quedarse un poquito mas de lo habitual. Prefirió usar esa excusa, solo para no seguir decepcionándose.

Arrastró sus pies triste, su cabeza se mantuvo gacha. Se fue, sin dar explicaciones a nadie; sin siquiera decir adiós.

¿Porque el diría adiós si ellos no habían sido capaces de decir un maldito y necesariamente hola?

Cuando llegó a casa dijo "tenía un poco de sueño"

Dos horas después, cuando estuvo limpio, cuando su estómago estuvo lleno, cuando tuvo suficiente televisión para sus ojos y sus párpados se cerraban solos apoyó su pequeña cabeza en la almohada y se profundizó en un sueño pesado.

No supo hasta el otro día que Harry había ido a buscarlo porque lo invitaría a dormir a su casa, pero el estaba demasiado ocupado durmiendo, y si hubiese estado despierto le hubiese dicho a su madre que pusiera la misma excusa.

Porque si de algo estaba seguro era de que no quería ver a Harry hasta que su enojo disminuyera.

Porque él no era su jodida y maldita segunda opción.

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