Capitulo 11

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Cosas que a simple vista son fugaces y más adelante te das cuenta que fueron estrellas.

Sábado 23 de Octubre

Sus labios eran mojados por su lengua una y otra vez, su ceño estaba fruncido tratando de asegurarse de que el yogurt estuviese igual que siempre.

No quería que lo vieran como tonto preguntando si el yogurt estaba con el mismo sabor que siempre solía tener, lo había tomado durante muchos años y pensarían que ni siquiera sabe estar seguro acerca de algo.
Pero por mas tonta que sea la pregunta, el siempre necesitaba sacarse la duda, porque sentía inútil si no sabia acerca de algo.

—Lou.

Lo miró a los ojos, diciendo en su mente "mírame, mírame" sin embargo los ojos de éste estaban puestos en el televisor.

Miró sus cuerpos, miró sus manos, las cuales estaban juntas.
Con sus dedos encajando en cada espacio que había. Uniendolos así, casi de por vida.

Era linda la sensación de tener a alguien en quien confiar y con quien poder hablar de sus sentimientos.
Pero viéndolo desde otro punto, no era así como lo contaban.
Desde muy adentro, ambos sabían que había un secreto entre ellos dos.
"No hay secretos entre nosotros" decían cada vez que alguien preguntaba, o ellos mismos en sus charlas contaban todo- casi todo.
Porque sí. Había un secreto.
Sólo uno. Tan sólo un secreto, pero tenía sentido.
Había que ser totalmente valiente para declararse ante la persona que te atrae, física y sentimentalmente. Y ellos en el amor no eran valientes.
Era su amistad la que se ponía en juego.
¿Que quedaría después de declararse? Su amistad ya no existiría cuando estos rompan y- sería jodidamente raro y doloroso.
Si ambos de algo estaban seguros, era de que no querían vivir con el amargo sentimiento de ser rechazado después de haberse esforzado tanto por sacarlo de una jodida vez. Y además, no querían saber que fue culpa suya por la que ya ni siquiera se dirigían la palabra.

Por ahora, preferían guardar ese secreto para ellos mismos, con miedo al rechazo y al romper una amistad que era fuerte y llevaba años de estar viva.
Preferían morir por dentro a dejar morir algo tan bonito.
Pero lo que ninguno de los dos sabía, era que serian aceptados con un gustoso sí, cuando alguno de los dos se declare.
En sus mentes, vivía el pensamiento de que el otro no sentía nada mas que amistad; que no existía un sentimiento mutuo de por medio refiriéndose al amor.
Estaban jodidos, porque sentían lo mismo y aun asi se repetían frecuentemente que no era más que su amigo, que no la cague.

Volviendo al presente Harry después de debatirse por unos minutos tomó la decisión de aclarar sus dudas con el castaño.
Apretó el agarre, tratando de llamar su atención.
Éste seguía sin mirarlo.

—Tiene un sabor raro éste yogurt.

Habló sin ser escuchado.
Louis parecía no estar ahí.

Empezó a frustarse porque odiaba que le hicieran esto.
Se sentía tan enojado cuando alguien lo ignoraba.
Y se enojaria mucho mas si alguien se trataba de su Louis.

El nombrado recientemente comenzó a retorcerse bajo su asiento. Haciendo mover a Harry también.
Sí, se había vuelto una costumbre el sentarse en el regazo del otro cuando estaban juntos, algo que para los ojos ajenos a veces era raro y podrían confundirlos con una pareja adolescente de novios.

—Lou, te estoy hablando.

Louis hacia una mueca, con su atención puesta en la pantalla.
Hacía muecas cuando el personaje de la película era lastimado físicamente, exagerando por completo.
El no sentía el dolor. Ni tampoco el actor, porque todo era actuación.
Sin embargo, se olvidaba de esto completamente cuando la película comenzaba, en su mente estaba creyendo que todo era real.
Es que- el equipo supo trabajar tan bien en la película que era difícil no creer que estaban luchando de verdad.

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