XVIII

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Ojalá entre tus brazos poder hallar

Consuelo de toda tormenta y

Ojalá tus labios rozar

Cada vez que los curvas en una media sonrisa

Entre mis dedos baila el día

En el que compongamos la misma poesía

En el que descubramos los colores del atardecer

Y en el que juntos gritemos al cielo

El día en el que despertemos en un puzzle

De piezas que encajan y de amor

De mañanas cálidas en tu pecho

Y te quererte bajo el límpido cielo azul

Y bailar contigo, cariño, sin zapatos ni vergüenza

Saltar al mar de noche, dejando el miedo y la ropa detrás

Cantar a pleno pulmón, ventanas bajadas

Y la brisa acariciando nuestras mejillas.

Pero la realidad me devuelve al verdadero a tú

A ti, lejano y ausente

A ti, vacío por dentro

Mirando a otras, más bonitas que yo

Dejando versos confusos, allá donde vas

Y miradas, y sonrojos míos, y vuelta a empezar.

Las horas tristesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora