Era la hora, miedo del mundo en la espalda
Ella prefería derramarse en una carta
Antes que mil siglos de silencio
Y ardió.
Sus latidos en una hoja, esperaban un no
Sus estrellas la habían consumido
Y se acercó.
Esa era su condena, por haber caído en amor
Por verse el alma en aquellos ojos
Y musitó.
Sus versos habían tejido
Un quizás que la dejaba
Intranquila en labios mordidos
Y aguardó.
Así se acababa la historia
De un chico poesía
De cómo los vacíos se llenan unos a otros
Y de cómo se pierden almas gemelas.
Pues su ser estaba en aquella carta
El verano que besaba sus labios
Y que en un parpadeo
Se convertía en helada.
Y las historias que susurraba el viento
Atardeceres en el puerto
La música de dos cuerpos
Que entonan una misma canción.
Todo estaba en manos
De aquel chico y de sus estrellas
Elige a ella, gritaba el sol
Descubrirás
como
las alas rotas
se entienden
unas a otras.
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Las horas tristes
PoetryLas horas se deslizan, caminan sigilosas, y tristes, se depositan en los ojos y en la garganta. Este es un poemario de una vida que bien podría ser la tuya. El amor y la ausencia de él, la tristeza, la alegría, y la soledad son algunos de los temas...