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En medio del mar, sus dudas

se fundieron con el agua que palpitaba y

en pulso disparado y

en pensamientos embotados

se acercó a él.

El chico la miró extrañado, ella era

Chica valiente que

No quería enterrar momentos que aún

No habían sucedido.

Por eso, palabras desordenadas se

Escaparon por sus labios y

Sus manos temblaron y

se lo dijo.

Arrepentida al momento, estaba

Loca o ¿que?

Como se le ocurría, confesarle sus sentimientos al

chico de las estrellas.

Dando media vuelta, deseó que el mundo

La tragara y la escondiera en

Algún lugar sin sonido,

Mientras él, petrificado la miraba.

Y entonces del sueño despertó y, por la muñeca la agarró y

El chico de estrellas en los ojos sonrió

Y pronunció las palabras mágicas

"Yo también siento lo mismo".

Planetas y galaxias colisionaron en el pecho de la chica, podía

¿ser verdad aquello que escuchaba?

Un terremoto la trasladó a tardes

En las que sus cuerpos tenderían a infinito en el sillón, en las que

Los besos no acabarían y en las que,

Las aventuras una tras otra se sucedían tras sus ojos.

Al dolor de barriga de reir a carcajadas

A noches mirando el firmamento con

la música de la vida como

Melodía de un amor.

A tinta que escribe poemas bajo el

cielo azul que ya no recuerdan viejos amores sino

Que hablan de sus ojos estrella y

De como cada segundo junto a él es Navidad.



La chica suspiró y

el timbre de la clase sonó

Cogió sus libros, y, dudando unos instantes,

Cerró los ojos con fuerza y

se marchó.



Las horas tristesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora