XXXV

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Brisa de sol que un día unió

Nuestros mundos y me enseñó

Como de alta de escalar era tu montaña

Y como de pequeña era yo.

Ahora orbitas hacia mí

Y el suelo ruge y se parte

Y me pregunto como puede ser posible

Querer tanto a alguien.

Toma mis luces, esconde mis sombras

Que este verano huele a besos

Vamos a comernos el miedo a bocados

Y a arrancarnos la tristeza de cuajo.

Trataré de sobrevivir a la imborrable marca

Que trazaste con tus dedos cuando aún

El cielo no se había teñido de púrpura

Y los árboles no silbaban tu nombre.

Y tú busca la mía, en alguna letra que grita

En los trazos temblorosos sobre el papel

Que solo tu nombre saben

Y a los que les llenas de poesía.

Puede que allí tu corazón palpite en sí

Sí a la chica de la carta

Sí a una vida de

Planetas,

Galaxias

 y unas cuantas

estrellas de más.

Las horas tristesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora