Como la ℬella y la ℬestia. [YoonMin]

❀✿02: De bebés sin conocer, YoonGi's rabiosos y niñeras repentinas✿❀

Fue realmente divertido oír a aquel pequeño, y más tarde sus padres se disculparon por ello, pero por el contrario de lo que ellos creían, JiMin se encontraba fascinado con la forma de pensar del niño, aunque de pronto su fascinación se vio ofuscada por su curiosidad.

¿Desde cuándo YoonGi tenía sobrinos?

La última vez que había visitado a la familia de YoonGi, hacía ya un año, el hermano de YoonGi seguía soltero y sin hijos. ¿De dónde había salido ese pequeño, que mínimo tenía seis años?

— Sí, es hijo de mi hermano. – contestó YoonGi a su pregunta no efectuada. Lo miró curioso, ambos se encontraban en la cocina y desde la barra americana veían al niño ir y venir.

— ¿Cómo...?

— Ella era una de las novias de mi hermano en su primer año en la universidad. – interrumpió. – Un día simplemente dejaron de verse, y un tiempo después de la última vez que estuviste aquí, volvieron a encontrarse. Decidieron intentarlo una vez más, más que nada por él – señaló al pequeño con la cabeza – y al parecer funcionó, porque ahora la pequeña DaeHyun también es parte de la familia.

— ¿DaeHyun? – ni bien terminó de decir aquel nombre, el llanto de un bebé se hizo notar fuertemente. Rápidamente la mujer se levantó con una sonrisa y corrió escaleras arriba. JiMin miró a YoonGi sorprendido y este asintió con la cabeza esbozando una sonrisa.

— Tiene seis meses recién cumplidos. – añadió.

— ¿¡Cómo no me dijiste!? – chilló aun asombrado, pero alegre. - ¡Podría haberles regalado algo!

YoonGi chasqueó la lengua. – No era mi obligación contarte, y tampoco es tu obligación regalarles algo.

— Pero no es por obligación YoonGi hyung, es por cariño y consideración. – dijo un poco decepcionado de que su hyung pensara aquello. El contrario sólo rodó los ojos sin prestarle atención y él suspiró pesadamente. Sin decir nada salió de la cocina, y caminó con una sonrisa hacia la mujer que cargaba en brazos un lindo bultito.

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Entró a la casa prácticamente entre saltitos, un amargado YoonGi venía gruñendo tras él cómo perro rabioso.

— Ya hasta te va a salir espuma YoonGi hyung. – bromeó arriesgando su vida, puesto que el rapero enfadado era capaz de degollarlo.

— Es tu culpa. ¿Qué mierda te costaba dejarme dormir? – prácticamente rugió mirándolo con ojos de fuego.

— Vamos, no fue tan malo.

— ¿No fue tan malo? ¡Eran las siete y media de la mañana, JiMin! ¿¡Acaso no sabes lo que significan vacaciones!? ¡Significa dormir hasta las dos de la tarde! – JiMin rodó los ojos ignorando el carácter de porquería de su hyung y caminó hacia la sala, dejando a un costado la bolsita adornada con pequeños suvenires que había comprado para sus padres en el mercado artesanal.

— Pero yo aún no conozco bien este lugar, ¿querías que me pierda?

— Si hubiera podido seguir durmiendo, sí. – gruñó el mayor, él abrió la boca ofendido.

— ¡Hyung! – se quejó, sin embargo YoonGi le había dado la espalda decidido a salir de allí. Hizo un puchero casi inconsciente al verse ignorado.

El mayor se movió un poco, pero un pequeño cuerpecito le impidió su cumplir su cometido.

— Tío Yonnie, eres muy gruñón. – dijo el pequeño KyuHyun mirándolo con ojos grandes, acusándolo con la mirada.

— KyuHyun tiene razón. – alegó él apoyando al infante, aun con el pequeño puchero en su boca. YoonGi giró su rostro mirándolo con molestia, para después volver a gruñir caminando en dirección a las escaleras.

Plan que una vez más se vio frustrado cuando AhRo y la mamá de YoonGi bajaron de estas algo alteradas.

— He llamado a todas las que conozco y que alguna vez han cuidado a KyuHyun, ninguna está disponible. Tampoco puedo dejarlo con cualquier persona, pero necesitamos abordar ese avión sí o sí mañana a las once.

— Lo sé cariño, no te preocupes algo lograremos hacer.

JiMin miró a ambas mujeres curioso, ladeando apenas su cabeza al no entender de qué hablaban y no se resistió de preguntar.

— ¿Ocurre algo? – AhRo lo miró un poco apenada.

— HaNeul y yo debemos viajar sí o sí mañana, es un viaje de trabajo, pero no tenemos con quien dejar a los niños. – explicó mirando a su hijo.

— Nosotros no podemos cuidarlos, mi esposo y yo trabajamos todo el día y aquí KyuHyunnie estaría muy lejos de su escuela. – añadió la madre de YoonGi.

— ¿No hay absolutamente nadie que pueda cuidarlos? – inquirió el pelinegro, y él sonrió imperceptible, no importaba cuanto quisiera fingir con ese carácter gruñón y amargado, YoonGi siempre se preocupaba por todos, incluso su por su sobrino que vivía a doscientos kilómetros.

La mujer negó con la cabeza mirando a su hijo que hizo una mueca apenado. Rápidamente se le ocurrió algo.

— ¿Y si los cuido yo?

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Jelou!

Les dejo otro adelanto, aún no la voy a subir, lo que pasa es que quiero terminar un par de las que tengo; además, esto es, más que nada, un disculpa para los que leen mis otras historias porque no estoy actualizando (a este ya lo tenía escrito)

Espero que les guste, no olviden votar y comentar.

Sin más que reportar, Lu Shi se depide ❀✿

_Editado por Ru 180220_