- Cuanto tiempo Celestine Beckett El peligris soltó una gran risa al ver como el pelinegro y el peli azul, confusos miraban al supuesto chico el cuál enfurecido decidió atacar.
Lanzaba ferozmente puñetazos y patadas al shinigami que con una sonrisa en su rostro evitaba cada uno de los golpes que le eran dirigidos - Celestine-san veo que está bien, que alegría Comentaba divertido Undertaker mientras saltaba a la pared del lado derecho
- ¡Cállate! Gritaba Ian mientras saltaba a donde el peligris y tratando de darle un puñetazo rompió la pared dejando que así varios trozos de concreto de la pared cayeran cerca de la pareja, pero estos reaccionaron rápido y saltaron para no terminar aplastados
El castaño saltaba de un lado a otro, mirando a su alrededor, todo aquel resentimiento y odio que tenía a ese ser se estaban apoderando de él, o más bien de ella - Vamos mi querida dama, no se altere Sarcástico comentaba el shinigami mientras le daba un golpe en el estómago el cuál logro hacer que Hawkins escupiera un poco de sangre y lo dejara sin aliento - Ahora si se tranquilizó Terminaba de decir Under mientras veía como el castaño se agarraba su estómago con una mano y con otra se recargaba, había golpeado donde tenía aquella herida la cual aún no se curaba completamente
Ian lo miro ferozmente - ¿Qué le pasa? Preguntaba el peligris tomado el rostro de aquella persona, haciendo que él/la otra mirara directo a sus ojos
- Te odio Murmuraba el castaño haciendo que su mano tratará de pegarle al otro, pero este solo tomo su mano y la comenzó a doblar hacía atrás rompiéndole así el brazo
- Yo no tuve la culpa de que ella muriera la culpable fuiste tú por no hacerme caso Susurraba Under en la oreja al castaño, el solo gritaba y dejaba salir lágrimas, el peligris dio un salto y evito así que Sebastian lo atravesara por el pecho.
- Mayordomo, lo mejor sería que te vayas junto a tu amigo Comentaba el peligris con su usual sonrisa, mientras veía como el joven conde se acercaba a el castaño y al pelinegro
- Me iré con él, pero también con Ciel Acertaba a decir Sebastian serio, pero al peligris no le hizo gracia y su sonrisa se borró de su rostro
- Me temo que eso no es posible Respondía mientras veía como el conde arrastraba al castaño a otra parte
- Entonces solo tendré qué matarte para que nos vayamos Sebastian miraba a Undertaker con aquellos ojos característicos de un demonio y así una nueva lucha comenzaba.
Solo se veía a dos siluetas moverse una tras de otra, saltaban y se movían con rapidez, chocaban provocando un gran estruendo en la habitación, lanzaban sus armas haciendo leves heridas en su contrincante, el suelo y el techo se estremecieron, ambos sonreían y a la vez se ponían serios, todo por un joven que hincado junto a un castaño observa con preocupación la situación, ambos seres sobrenaturales peleaban a muerte, pero ¿por qué?, ¿por qué el peligris quería matar a su pareja?, ¿qué estaba pasando?, dudas y más dudas se formaban en su cabeza, no entendía la situación y para colmo parecía ser que su demonio comenzaba a casarse, ¿qué debía hacer?
- ¡Undertaker! Grito el conde deteniendo los ataques por parte de ambos seres los cuales quedaran parados, el mayordomo aun lado de Ciel, y el enterrador frente de estos dos - ¿Por qué quieres matar a Sebastian? Preguntó poniéndose en frente, ignorando que el castaño y el pelinegro trataban de detenerlo
- Porque los seres sobrenaturales y humanos no deben relacionarse, menos enamorarse Contestaba el peligris mirando al piso, recordando el pasado.
- ¿Por qué crees eso? Preguntaba el conde, mientras Sebastian miraba a Ciel, e Ian se levantaba con mucho esfuerzo
- Porque tengo experiencia en eso, todo saldrá mal tarde o temprano Respondía seriamente Under mientras sonreía amargamente
- ¡¿Y tú por eso la mataste!? Gritaba Ian mientras era observado por los otros dos, no preguntarían por el momento que pasaba con relación a ella, pero eso solo sería por el momento
- Si, por eso, porque ambas eran débiles, por que como dije no debemos relacionarnos con ustedes los humanos Contestaba mientras Ian trataba de correr hacia el pero una mano lo detuvo
- Lo que dices es que los humanos ¿son débiles? Preguntaba Sebastian mientras detenía a Ian
- Así es, no vale la pena luchar por ellos Decía el peligris mirando al conde el cual solo frunció el ceño
- El débil ¿no serias tú? Contestaba el pelinegro que ya había pensado y construido el rompecabezas - Digo si tú te rendiste el débil fuiste tu
- No es cierto Susurraba el peligris
- Claro que lo es, por lo que yo entiendo te lastimó un humano ¿no? Seguía hablando Sebastian mientras los otros dos lo observaban
- Cállate, cállate, ¡cállate! El peligris corrió hacia Sebastian, pero un joven también corrió hacia el haciendo que ambos chocaran
- ¡Ciel! Gritaban ambos demonios al ver que este cayó, pero se volvió a levantar
- ¡Quítese conde, con usted no es la pelea! Gritaba enojado el shinigami, por alguna extraña razón no quería lastimar al pequeño y de esto se dio cuenta el peli azul
- ¡Si tratas de matar a Sebastian es mi asunto! Gritaba el conde evitando qué el shinigami avanzara poniéndose en frente, mientras el pelinegro caminaba hacia él - No te muevas Sebastian, es una orden susurraba el conde.
Sebastian escuchó aquel susurro y detuvo su caminar - Pero..... Decía sintiendo como su mano comenzaba a arder, pensaba en desobedecerle hasta qué escucho a su amo
- Por favor De nuevo susurro el conde esta vez mirando de reojo a su demonio el cual asistió con la cabeza
- Detente, esto no tiene que ser una pelea, entiendo que te hayan lastimado en el pasado, y que por eso creas que Sebastian y yo no podemos estar juntos,....pero yo sé que ¡si podemos! ..... Por qué... ¡Porque yo no huiré como tú! Los dos demonios sonrieron, debían admitir que aquel joven que estaba frente a ellos tenía coraje, pero eso no lo opinaba el shinigami qué, perdiendo el control decidió atacar al conde.
Al ver que el shinigami estaba a punto de atacar al conde con su death scythe, Sebastian corrió pero estaba lejos de su amante, el cual cerro los ojos, ¿su fin llego?, tantas cosas que le faltaban por vivir y lo más importante se iría sin darle esa noticia a su amado
Sebastian ignoro el dolor y ardor que sentía en su mano por haber desobedecido la orden de su amo, pero tenía qué salvar a su pequeño, en su mente sabía que era tarde, pero ¿qué podía hacer?, justo cuando la death scythe estaba a centímetros del conde se escuchó un grito el cuál detuvo las acciones de todos al rededor
- ¡Ciel está embarazado!
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El destino nos enlaza al amor
RandomCiel y Sebastian tienen un pequeño problema que tendrán que resolver... Con el pasó del tiempo descubrirán que se encuentran en una situación más que "amo, mayordomo"... Entre retos, confusiones, celos, personas que ayudaran y otras que harán las...