Narra Celestine:
Me sentía vacía ¿cómo era posible el haberlos perdido de esa forma?, vacía tome mis cosas, en una cesta coloque manzanas, un sándwich, entre otras cosas. Ese día salí corriendo, sabía que tarde o temprano descubrirían los cuerpos de mis padres, así que lo mejor era salir de casa, olvidaría a mi hermano y su repentino suicidio, a mis padres, y como los asesine, pero lo más importante olvidaría a Celestine, una niña que era feliz, sonreía, que no estaba sola, ella ahora no llegaría a ser ni un recuerdo,
Vague por diferentes ciudades y pueblos por años, todas eran lo mismo; una simple niña que fue abandonada por sus padres, que no tenía nada. Que les veía la cara a todas las personas que se apiadarán de mí; recuerdo claramente que por cada ciudad había un nuevo nombre, creo que desde ahí mi obsesión por cambiar me lo.
Entre todas las personas que me ayudaron, ninguna se salvó todas eran asesinadas, no había quien se salvara, y de entre esas personas recuerdo a dos que fueron a las que más me costó despedirme, la primera era una pareja de recién casados, la mujer era estéril por lo que no podía tener hijos, me encontraron en la calle, y me adoptaron como su hija, me cuidaban cuando me enferme, me daban lo qué quería si estaba en sus posibilidades, pero lo más importante nunca me dejaron sola, me dolía verlos solo les robaba su dieron, por un tiempo pensé en quedarme, pero como siempre algo sale mal, resulto que la mujer supuestamente estéril se había embarazado, ¿saben lo que sentí?, ¿sabes lo que pensé?, me recordó a aquella mujer que prometí nunca recordar, de nuevo mi ser me pedía por sangre, trate de resistirlo, trate, lo juro, pero al final no pude.
Cuando el esposo estaba muerto, y la mujer a punto de, ella me abrazo justamente antes de que le enterrara el cuchillo, sentí de nuevo el calor de un abrazo, pero eso no me calmo, al final se lo enterré, ¿sabes qué pasó?, ya te lo imaginaste ¿no?, así es me dijo "Me llevare conmigo tu sufrimiento porque te quiero"
Pasaron alrededor de cuatro años, y seguía como siempre, de pueblo en pueblo, de nombre en nombre, hasta que llegue a la edad de 16 años. La última persona, la que mejor recuerdo, era una joven de cabello amarillo y en las puntas rojo, labios finos levemente rosas y unos ojos amarillos, como los de un gato.
La encontré en medio de la calle sentada, traía puesto un vestido rojo con negro, de verdad era hermosa, y no sé por qué pero ella me hablo...
- ¡Hey tú! Grito la oji amarillo sentada, mirando el piso, decidí ignorarla pero de nuevo hablo - ¡Celestine! Volteé rápidamente, ¿cómo era posible que supiera mi nombre? , yo estaba muy lejos de "casa" era imposible que alguien me conociera, porque apenas había llegado al pueblo
- ¿Quién eres tú? Fue lo primero que pregunte, por alguna razón me inquietaba su sola presencia
- Puedes llamarme Adalyn Evanson, Cristine Beckett Contesto ahora mirándome, poniéndose de pie
- ¿Cómo sabes mi nombre? Pregunte metiendo mi mano dentro de la cesta que siempre llevaba, tomando un pequeño cuchillo, pues si sabía mi nombre era necesario que desapareciera
- Tranquila, no te delatar e sobre lo que has hecho, solo quiero ver que es lo que haces y harás Adalyn me miro y sonrió, pensé que la podría derrotar, pero me equivoque, evitó todos mis ataques, absolutamente todos. - Vamos solo quiero observar, prometo no estorbar es más no sabrás que estoy aquí Cansada lo mejor era aceptar, después buscaría la forma de deshacerme de ella o eso creía
- Está bien
Así ella cumplió no dijo nada, solo observaba, a veces olvidaba que estaba pues siempre permanecía en las sombras. Veía como mataba a las personas y juro que veía y podía escuchar murmullos y sonrisas, ¿quién era realmente ella?, no lo entendía.
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El destino nos enlaza al amor
DiversosCiel y Sebastian tienen un pequeño problema que tendrán que resolver... Con el pasó del tiempo descubrirán que se encuentran en una situación más que "amo, mayordomo"... Entre retos, confusiones, celos, personas que ayudaran y otras que harán las...