Aveces lo mejor es aclarar las dudas

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Narra Sebastian:

-Entonces ¿me podrían decir que rayos hacen espiando las conversaciones de los demás? -. Dije mirando con molestia a los tres incompetentes sirvientes.

-Nosotros no estábamos.... -. Se dispuso a decir la ingenua sirvienta como si pudiera logra convencerme de lo contrario

- Meyrin no trates de mentir me, es claro que ustedes tres estaban espiando la conversación que tenía con el joven amo - Les dije mirando como estos tres se sentaban sobre sus rodillas, temblando por que los descubrí cometiendo una grave falta de educación

- Sebastian San nosotros simplemente pues.... Teníamos curiosidad -. Dijo el jardinero agachando la mirada, parecía contener las lágrimas, pero no le haré casos a esos detalles por el momento

- ¿Curiosidad? -. No entendía a qué se referían con eso

- Si -. Afirmó el inexperto cocinero miran-dome pero después volvió a agachar la mirada.- Veras últimamente hemos notado que tu haz estadio evitando al joven amo así que queríamos saber la razón para hacerlo -. Dijo mirando me a mí y después al joven amo. Al momento de que el cocinero se fijó en bocchan, él joven amo al parecer sin querer se sonrojo levemente, pero era un tono lo suficiente visible para que lo notaran los otros tres.

- ¿Bocchan pasa algo? -. Preguntaron los tres levantándose y acercándose a él preocupados.

- ¿D-de que hablan? -. Se ve a leguas que el joven amo está nervioso, ¿acaso no sabe actuar bien?

- J-joven amo se ha sonrojado -. Contesto la sirvienta mirándolo primero a él y después a mí, esto pinta mal, ¿se habrán dado cuenta?

- No me siento bien. Además creen que por esto olvidare su falta de educación están mal, y deberían saber que está mal espiar las conversaciones de su amo y si creen que Sebastian me a estado evitando se equivocan, él simplemente ha estado investigando ciertas cosas que yo le pedí y por eso a estado muy ocupado - Contesto el joven amo de forma seria y muy convincente, retirando así toda duda de parte de esos tres inútiles los cuales se miraron entre sí

- Ven, todo tiene una explicación lógica -. Exclamó Meyrin a los otros mientras ellos sonreían

- Tienes razón -. Agrego Finny, mientras Bard solo asentía con la cabeza

- Bueno aclarado todo esto.... - . Agregue yo.- será mejor que se vayan a dormir, ya veré mañana que castigo les daré, porque claro no se salvaran de esta -. Comente sonriendo, a lo cual ellos simplemente tragaron saliva

- En verdad sentimos nuestro comportamiento, y si nos disculpan - Contestaron los tres y de forma inmediata se retiraron a sus debidas habitaciones.

Narra Ciel:

Esos tres parecen estúpidos pero no lo son, el simple hecho de que se dieran cuenta del comportamiento tan extraño de Sebastian me demuestra que siempre están al pendiente de lo que hacemos.- Vez idiota, fuiste muy obvio en cuanto al hecho de que te pasaba algo - Comente a mi mayordomo levantando me de la silla empezando a caminar hacia mi habitación

- ¿Eso cree usted? - . Respondió siguiendo me hacia mi habitación, caminando detrás mío

- Para que esos tres se dieran cuenta creo que es muy obvio - Suspire e hice caso omiso al detalle, lo hecho y dicho estaba

- Mis más sinceras disculpas - Hizo una reverencia y seguimos caminando

En ese momento entramos a mi habitación y Sebastian cerró la puerta, a decir verdad estaba muy nervioso, pero ¿quién no va a estarlo después de lo que hice esta mañana?

- Joven amo ¿se encuentra bien? Lo noto un tanto extraño desde la mañana - Me dijo Sebastian con un ligero tono de burla, algo que me molesto, vaya, típico de un demonio

- Yo estoy bien, él que no está bien y además es peligroso aquí, en este momento eres tu - Agregue sentándome en un lado de la cama, no pensaba dejar que me ganara o se burlara de mí, su amo

- En eso tiene razón, pero a decir verdad si lo pensamos de esa forma ¿está seguro de que quiere que lo cambie yo? ¿Acaso no sería algo peligroso? - Pregunto arrodillándose y sacando me el saco que traía puesto, poco después lo dejo aún lado de mi

- ¿No tuviste suficiente con lo de la mañana maldito pervertido? - Pregunte mirando a otro lado, pues sentía mis mejillas arder lo que significa que estaba sonrojado y no quería que Él se diera cuenta de este echo

- A decir verdad no, aun deseo su cuerpo, pero sé que se me está prohibido hacer las cosas indecentes que se cruzan por mi mente - Respondió quitándome la camisa y poniéndome la pijama, yo solo me sorprendí no pensé que me fuera a decir algo así

- Tienes muy claro lo que puedes hacer y lo que no ¿verdad? - Pregunte mirándolo a los ojos mientras él también miraba los míos

- Por supuesto, no sería un buen mayordomo si no tengo presente lo que puedo y no puedo hacer con el joven amo - Sonrío como de costumbre ¿cómo puede sonreír en estos casos?

- Y aun así.... Yo... - Susurré para mí mismo, no quería que él me escuchara, pero al parecer lo hizo

- ¿Tanto le desagrado hacerlo? - Ante tal pregunta me quedé atónito no sabía que contestar, me tomo desprevenido

Continuará...

Comentarios, dudas y votos son bien recibidos. Gracias por leer.

El destino nos enlaza al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora