Eitan Blake

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Narra Ciel:

Desde que leí esa carta no he podido pensar en otra cosa que no sea el contenido de esa carta, la carta la escondí debajo de mi cama, es el lugar más obvio pero no se me ocurrió otro lugar para esconderla.

Me dispuse a sentarme, estoy cansado no he podido dormir, creo tomaré un breve descanso...o eso creía, hasta que algo me lo impidió.... Al girar la silla que esta frente a mi escritorio estaba sentado un chico, el cual solo me sonrió....

Me aleje y trate de llamar a mi mayordomo pero.... ¿Qué me pasa?.... Siento que mis ojos pesan, se nubla mi vista y ese chico me toma de la cintura y me sienta sobre sus piernas, al tratar de moverme ¿qué pasa?, no puedo, tampoco puedo hablar, maldición.

Narra Sebastian:

Al entrar no pude evitar sorprender me, había una persona, a decir verdad un chico, (un chico de ojos color café y cabello castaño, su estatura por lo que veía era 5 centímetros más alto que el pequeño conde, este traía puesto un traje color negro con detalles en blanco) y mi amo.... ¡Mi amo estaba sentado en sus piernas, con los ojos perdidos!.. - ¿Quién eres? -. Pregunte a lo cual el chico solo sonrío...

- Yo soy Eitan Blake -. Respondió confiado, con una sonrisa mostrando seguridad

- ¿Qué le haz echo a mi amo? -. El solo comenzó a reírse.... En serio no tengo paciencia para esto.

- Yo solo lo paralice por un momento, estaba a punto de correr, es de mala educación darle la espalda aun invitado que a viajado desde muy lejos -. Replicó el castaño acariciando el rostro de mi amo, desagradable.

- ¿Qué es lo que quieres?-. Pregunte para distraerlo y para cuando eso pase, yo volveré a tomar a mi amo, o eso pensé, pero ese tipo... Empezó a emanar un extraño olor....

- Creo que ya lo notaste.... Sebastian Michaelis-. Ya veo, este tipo no es un humano, por eso no note su presencia hace un momento

- Así que... Un mitad demonio ¿eh? -. Respondí mirándolo directamente a los ojos, y al hacer esto, este tipo me miro con los ojos que son tan característicos de nosotros los demonios.

- Así es, veras quiero algo que está en esta mansión, en esta habitación, algo que es único y lo quiero solo para mí y tú eres una molestia -. Con esto me está confirmando que quiere a...

- ¿Quieres al joven amo? -. Pregunte serio, mientras el comenzaba a oler el cuello de mi amo, ¡maldito imbécil!

- Bingo -. Respondió con una sonrisa maliciosa, después volvió su mirada hacia mí

- Lo lamento pero el alma y cuerpo de este humano me pertenecen solo a mí -. Conteste con alegría, no pensaba dejar que a mi joven amo lo apartaran de mí.

Ese demonio llamado Eitan solo suspiro, dejo ir al joven amo, que en ese instante recupero el color en los ojos, y de inmediato reacciono parándose, caminando despistada mente hacia atrás, provocando que cayera, si no hubiera estado hay para detener la caída.

- Bocchan ¿se encuentra bien? -. Pregunte, a lo que el joven amo solo asintió.

- ¿Ahora me dejaran explicar lo que he venido a hacer aquí? -. Replicó el intruso al ver que el joven amo se logró sostener de pie

- Adelante, me gustaría escuchar lo que tienes que decir antes de que mueras-. Respondió el joven amo con una sonrisa, tal parece que esta de mal humor

El destino nos enlaza al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora