Mientras la actual pareja dormía plácidamente, en el pueblo se veía la silueta de un chico recorrer las calles, este parecía buscar algo, o más bien a alguien.
- Te veo Escucho decir a una voz femenina cerca de su oído, de inmediato volteó pero no vio nada - Cerca Siguió escuchando, volteaba a todas partes pero no veía a nadie cerca - Por aquí Escucho, volteó y desanimado soltó un suspiro y hablo
- Ya sal de tu escondite, solo vine a informarte lo que ha pasado Dijo Ian con una voz sería
Escucho una risa, y vio a la silueta femenina asomarse por un callejón, está caminaba hacia él de forma tranquila - Bueno si de eso se trata empieza a hablar Termino por decir aquella silueta, mientras se paraba frente al castaño, este soltó un largo suspiro y comenzó a informarle a la dama que estaba frente a él, los acontecimientos en relación a Ciel y a Sebastian
- Ya veo Término por decir la dama mientras sonreía traviesa mente - Ahora lo único que falta es esto Le ha cerco a Ian un pequeño frasco que continúa un líquido negro
-¿Qué hago con esto? Pregunto tomando el frasco, lo miro desconcertado, parecía algo peligroso para él, cómo si se tratase de veneno
- Haz que el pequeño conde beba esto Contesto la dama sonriendo, su plan salía hasta el momento a la perfección, eso la hacía sentir de algún modo feliz
- No le hará daño ¿o sí? Pregunto Hawkins serio, mirando mal a su ahora compañera, tenía cierto presentimiento de que ese líquido no era precisamente algo qué debía darle a beber al conde, ese pequeño frasco era peligroso, y tenía miedo de dárselo al pequeño, después de todo cierto cariño le había agarrado, al igual que a su ahora amigo
- Pues..... La dama se quedó pensando - Averigua lo tú mismo Término por decir mientras desaparecía en las sombras nuevamente, dejando a Ian confundido y a la vez preocupado, ¿debía hacer lo que le dijo aquella dama?, sabía perfectamente que ella buscaba vengarse de aquel que la hizo sufrir, y haría todo lo que fuera para hacerlo, inclusive lastimar a inocentes
- ******* tu no le harás daño a Ciel, , porque después de todo él también es importante para ti, porque es tu...... Susurro Hawkins mirando la luna, dándose ánimo para hacer lo que le habían dicho.
Al siguiente día se veía como los sirvientes arreglaban sus maletas, después de todo tenían que regresar a la mansión esa misma tarde.
- ¿En serio? Se escuchaba decir al castaño algo sorprendido por aquella aclaración, debía admitir que los demás eran más astutos de lo que pensaba
- Es en serio, nosotros ya nos imaginábamos que pasaba entre esos dos Respondió Bard sonriendo mientras veía por la ventana del carruaje qué era conducido por el señor Tanaka
- Como dice Bard, nosotros ya sabíamos que el joven amo y el señor Sebastian sentían algo el uno por el otro Hablaba con inocencia Finny, mientras sonreía y ponía una mano sobre su cabeza, tratando de disimular su alegría por los otros dos
- No esperaba que supieran de eso Contesto Ian mirando a los otros tres de reojo, de verdad el tema lo ponía incomodo
- Pues se notaba en la mirada de ambos Hablaba la sirvienta mientras tomaba la mano de Bard, ya tenían unos cuantos meses cómo pareja, aunque apenas se iba enterando el castaño, pues nunca les puso la suficiente atención a los demás para notar ese pequeño detalle
- Si tienes razón en eso, los dos son algo obvios en especial el joven amo Respondió Bard, entrelazando sus dedos con los de su amada, mirándola con una sonrisa
- Todos concordamos con eso Respondió Finny
- Si, aunque ahora me pregunto que habrá pasado entre ellos Comento Meiryn con un tono de intriga
- Yo creo que el joven amo no podrá caminar ni sentarse bien Respondió el cocinero tratando de aguantarse la risa
- ¿Porqué? Preguntaba con inocencia el jardinero, mientras Ian solo trataba se aguantarse la risa de la misma forma que el otro.
- ¡Bard! Lo regañaba la sirvienta algo enojada por la insinuación, sin saber que su querido novio había acertado
- ¿Qué?, yo solo digo lo que pienso, pero bueno creo que mejor me callo Respondió el otro tratando de que su pareja no se enojara más con él
Así pasaron el resto del camino a la mansión, entre risas y bromas, aclaraciones e incluso le contaron los tres sirvientes a Hawkins, como fue que conocieron a su ahora joven amo.
Al llegar a la mansión fueron recibidos por el mayordomo, el cuál parecía más feliz de lo usual, lo saludaron y de inmediato fueron a sus habitaciones, ya que a pesar de haber llegado por la tarde, el mayordomo les dijo que lo mejor era que descansaran para qué al siguiente día empezaran sus labores diarias.
Ian fue el único que se quedó con Sebastian, estos entraron a la cocina, debían preparar el té de su amo, poco después tras que el pelinegro le contara lo qué había pasado al castaño término de preparar el té
- Yo se lo voy a llevar, quiero verlo Dijo Ian mientras tomaba el té
- Está bien Respondió Sebastian sin imaginarse lo que su amigo haría.
Así Ian salió de la cocina y se dirigió a la oficina del conde, estando frente a la puerta se preguntó si era lo correcto, no sabía, debatía en su mente si poner el líquido o no, y ante la desesperación termino por poner el líquido en el té, poco después toco la puerta y tras recibir la palabra "pasa", entro a la habitación
- Le traigo su té joven amo
- Está bien Respondió el peli azul mirando a Ian tratando de sonreír, pues tenía un "pequeño" dolor en las partes bajas
- Veo que le duele algo Respondió Hawkins entregando el té, tratando de no reír, a lo cual su amo se dio cuenta y molesto, pero decidió no decir nada - No se quede callado, ¿acaso el gato le comió la lengua?, no ya se mas bien Sebastian se la comió
- ¡Cállate! Respondía el conde algo enojado y avergonzado, tenía las mejillas rojas y eso le dio más risa al otro pero decidió no decir nada - Solo, yo.... El conde suspiro de forma pesada
- Joven amo no se avergüence, y dejando las bromas de lado Dijo el mayor mientras veía a Ciel Espero sean felices Término por decir Ian mientras sonreía
- Gracias por tu apoyo Ian Contesto el conde mientras tomaba el té, Ian solo miraba - Sabe algo raro Dijo Ciel desconcertado
- Tal vez debí agregarle más azúcar, disculpe me
- No importa, está bien así Decía Ciel mientras terminaba el té y después Ian tomo la taza
- Bueno si me disculpa Contesto Ian mientras salía de la habitación, ya afuera caminaba por los pasillos y por los sentimientos que tenía termino por azotar la taza contra el suelo, miro los pedazos de la taza rota, se apoyó en la pared y se tocó la cabeza, sentía que rompería en llanto, debía admitir que tenía miedo de que ese líquido hiciera algo malo con Ciel, y después reacciono, ¿qué pasaría si aquel liquido eran algo para matar a Ciel?, de seguro su amigo sufriría como él, no quería eso.... pero como saber si
¿Había hecho lo correcto?
Hola....
Espero disfruten la lectura. ¡Nos vemos!
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El destino nos enlaza al amor
AcakCiel y Sebastian tienen un pequeño problema que tendrán que resolver... Con el pasó del tiempo descubrirán que se encuentran en una situación más que "amo, mayordomo"... Entre retos, confusiones, celos, personas que ayudaran y otras que harán las...