Narra Ciel:
A pasado una semana desde que me le declare y desde que me rechazó ese demonio, actualmente actuamos como si nada hubiera pasado entre nosotros, pero aun así sigo con los planes de enamorarlo, o de que por lo menos se fije en mi pero..... ¿Por dónde empiezo?, no sé ni siquiera por dónde empezar, me es difícil pensar cómo atraer la atención de ese tipo.
Se escucha que alguien toca la puerta tres veces.- Adelante -. Conteste de la forma más natural posible pues ya me imaginaba quien era.
-Con permiso -. Respondió mi mayordomo entrando a mi despacho con su habitual sonrisa.- Vine a dejarle estas cartas que han llegado hace un momento-. Me entrego tres distintas cartas, una era de La Reina, otra de Elisabeth, la que por cierto estaba en un viaje con su familia desde hace unas dos semanas, pero la tercera carta no tenía sello, ni de quien era, solo tenía "para el conde Phantomhive". . . . .
- Sebastian deja me a solas - . Ordene a lo que mi mayordomo hizo una reverencia.
- Como usted ordene-. Se dio la vuelta y salió de la habitación...
- Esta carta.... Es igual que.... -. Rápidamente comencé a abrir la carta y al abrirla me di cuenta de que esta carta está escrita en tinta roja. - ¿Tinta roja? -.Esto no podía ser, la acerque a mi rostro y despedía un olor a sangre, de inmediato me dieron nauseas, pero logre evitar vomitar ¿Cómo es posible que Sebastian no se diera cuenta?, pero ¿y si era una broma de su parte?,.... Tome aire y decidí leerla
"Querido conde Phantomhive, no mejor dicho querido Ciel, me eh decidido a escribirte esta carta dada la situación en la que te encuentras, tranquilo, sé que pensaras que es una broma de tu mayordomo pero, ¿estás seguro de eso?.
Evidentemente dirás no, conozco perfectamente tu secreto, si ese secreto..... Yo lo sé todo sobre ti y no exagero al decir que lo sé todo sobre ti.
Bueno dejando los rodeos, solo quería informarte de que yo iré por ti, te necesito para llevar a cabo un plan, no lo tomes como una amenaza, pero eres indispensable para esto, además no soy el único que anda tras de ti, corres un grave peligro, así que ten cuidado y no confíes en nadie ni siquiera en aquel demonio.
Att: ¿?¿Pero qué es esta carta de tan mal gusto?, ¿plan?, ¿peligro?, ¿no confiar en nadie, ni siquiera en Sebastian? No entiendo lo que pasa aquí pero, por el momento no le diré nada a nadie, no hasta que sepa que está ocurriendo exactamente.
En la cocina....
Narra Sebastian:
Desde la mañana del día de ayer he notado al joven amo, un tanto nervioso, todo esto ¿será por mi culpa?, no... No lo creo, para empezar este comportamiento tan extraño que ha estado teniendo fue después de que le entregue esas tres cartas, recuerdo bien que misteriosamente una de ellas no tenía ni nombre, ni sello de quien la enviaba, me pareció raro pero aun así se la entregue, ¿tal vez debí leerla primero?, no pero eso no lo hace un mayordomo, tenemos que respetar la privacidad de nuestros amos.....
Aun así estoy un tanto alterado por su comportamiento, normalmente estaría molestando con eso de "Sebastian trae esto... "o "Sebastian deja me comer más postres", "Quiero un postre", cosas por el estilo, pero él ha estado muy o demasiado tranquilo, se levanta y se encierra en su oficina y no me deja entrar a mí y mucho menos a los otros cuatro.
En ese momento escuche la campana de la oficina, me acomode el saco y fui a ver que quería mi amo... Al entrar no pude evitar sorprender me, había una persona, a decir verdad un chico, (un chico de ojos color café y cabello castaño, su estatura por lo que veía era 5 centímetros más alto que el pequeño conde, este traía puesto un traje color negro con detalles en blanco) y mi amo.... ¡Mi amo estaba sentado en sus piernas, con los ojos perdidos!.. - ¿Quién eres? -. Pregunte a lo cual el chico solo sonrío...
- Yo soy....
¿Quién será esta misteriosa persona?, ¿En qué ayudara o afectará?
No olviden dejar su voto y comentario.
Gracias por leer.
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El destino nos enlaza al amor
De TodoCiel y Sebastian tienen un pequeño problema que tendrán que resolver... Con el pasó del tiempo descubrirán que se encuentran en una situación más que "amo, mayordomo"... Entre retos, confusiones, celos, personas que ayudaran y otras que harán las...