Una disculpa, un diagnostico

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Era una mañana soleada, los pájaros cantaban, las rosas estaban en su mejor punto, no hacia tanto calor, un día perfecto, mientras en la mansión Phantomhive todos presurosos, hacían sus laborales pues el conde no estaba de buen humor.

Celestine san! Gritaba el joven jardinero entrando a la mansión con prisa

- ¿Qué pasa Finny? Preguntaba la joven, que estaba platicando con la sirvienta

- Solo quería preguntar ¿qué hago ahora? Decía el rubio a la peli lila, pues ahora ella era la que se encargaba de asignar las tareas a los sirvientes ya que el pelinegro se la pasaba atendiendo a su pequeño.

- Pues.... Se quedó pensando por un momento hasta que se escuchó el "Toc, toc"

- ¿Esperamos a alguien? Preguntaba Meyrin viendo la puerta, dudando si abrirla pues dada la situación tenían que ser cautelosos si no querían que se armara un escándalo en torno a su joven amo

- Que yo sepa no Contestaba Celestine acercándose para abrir la puerta, pues de nuevo de escuchaba el "Toc, toc"

- ¿Deberíamos abrir? Preguntaba el jardinero al recordar lo que había pasado semanas atrás - Digo tal vez sea la señorita Elizabeth y pues ya saben cómo se pone Terminaba de decir, pues hacía semanas atrás que la joven había ido de visita, los sirvientes le abrieron la puerta y para su mala suerte ella corrió justamente a la habitación de su amo, la joven entonces entro y encontró a su querido primo vomitando....

Ese día tras que la joven vio a su primo así, y además se dio cuenta de que a su ex prometido le crecía un bulto en su vientre, se puso como loca, ¿pero cómo no ponerse así?, luego de que Sebastian y Ciel lograrán que se calmara, le contaran algunas aspectos, la joven le dio una bofetada a Sebastian, le había quitado a su amor, pero comprensiva decidió apoyarlos, un gesto noble, además rompió el compromiso con el peli azul, y guardó el secreto de todos, a cambio ella sería la madrina del hijo/a de los dos, y así Elizabeth de vez en cuando iba a visitar a su primo, cuidándolo y siendo como ella es.

- Pues, solo hay una forma de saber quién es Contesto Celestine abriendo la puerta, y para su sorpresa encontrándose con quien menos quería - ¡¿Qué haces aquí!? La peli lila salto hacia atrás mientras Meyrin sacaba sus dos pistolas y Finnian se ponían en posición para atacar

- Tranquilos venimos a visitar a mi nieto Decía Claudia entrando con Undertaker, todos sorprendidos solo abrían los ojos como platos

- ¿Qué pasa aquí?, chicos Ciel está de.... Sebastian bajando las escaleras tratando de hacer que los otros bajaran la voz pero se encontró con aquellos dos seres - ¿Señorita Claudia? Preguntaba viendo la escena, termino de bajar las escaleras y vio a Undertaker

- Cuanto tiempo Sebastian Decía Claudia mirando al pelinegro

- ¡¿Qué hace él aquí?! Preguntaba o más bien gritaba Celestine viendo con resentimiento a Undertaker

- Solo vine a ver al conde Decía Under tranquilo - Y también a disculparme con usted señorita Terminaba por decir con un tono de arrepentimiento

- ¿Disculpar te?, no me hagas reír, como podría perdonarte después de lo que hiciste Celestine hablaba mientras todos observaban, el ambiente se puso tenso, hasta que cierto peli azul interrumpió

- Abuela y Under.... ¿De qué me perdí? Preguntaba el peli azul tratando de bajar las escaleras

- Ciel deberías estar en cama Regañaba Sebastian a su amado, después de todo el peli azul a penas se podía sostener de pie, ya que su pancita de embarazado le era muy notoria y por no decirlo muy pesada.

- ¡Ciel, mi niño, mira tu pancita! Claudia corrió hasta su nieto y lo cargo con cuidado - ¡Estas pesado, y más regordete, es hermoso! Con un sonrojo por parte de Ciel todos comenzaron a reír a excepción de cierta oji verde/azul, la cual se prestaba a salir.

- Celestine san, ¿a dónde va? Decía el jardinero el cuál se había percatado de las intenciones de salir de la joven

- Afuera, no tengo nada que hacer cerca de ese tipo Celestine salió de la mansión, todos la observaron pero no dijeron nada, en cambio se veían muy molestos con el peligris el cual solo se quedó callado.

El joven conde y su amado atendieron a las visitas, los demás sirvientes siguieron con sus labores, no obstante Celestine se había quedado en el jardín de la mansión, acariciando y jugando con un gato, en ese aspecto se parecía mucho a Sebastian, pues ella también los adoraba.

Claudia y Undertaker le explicaron a la pareja que ellos después de que hablaran, y de que el peligris recibiera unas cuantas heridas de parte de la abuela de Ciel, se habían reconciliado y qué además de eso el peligris había prometido no volver a tratar de separarlos y disculparse con todos por sus acciones, y así lo hizo, se disculpó con la pareja, y ellos poniéndose en el lugar del otro, pensando en cómo hubieran actuado al sentir ese tipo de dolor, aceptaron sus disculpas, poco después se tocó el tema del embarazo

- ¿Cuánto tiempo de embarazo llevas? Preguntaba el peligris, el cuál revisaba al peli azul, por petición de Claudia, ya que él era experto en cuanto a este tipo de temas

- Creo que cuatro meses Decía el pequeño conde mientras miraba a su pareja el cuál sonreía como idiota

- ¿Cómo están? Preguntaba Claudia esperando que todo estuviera bien, después de todo ella era quien había contribuido para que su nieto quedara embarazado.

- Está bien, todo pues.... los bebes se desarrollan bien, pero necesito que ingieras almas Ciel... Contestaba Under mientras le sonreía al conde el cuál solo no atinaba que hacer

- ¿Los bebes?, ¿Ingerir almas? Preguntaba Sebastian borrando su sonrisa, esperaba que fuera uno, no más, además no entendía que era eso de ingerir almas

- Así es, Ciel tendrá más de uno, y lo de las almas es porque resulta que su padre es un demonio, entonces tiene que consumir un alma cada tres días para que no pasé nada malo Contestaba serio el shinigami, mirando ahora a Sebastian el cuál solo abrazo a su pequeño

- Entiendo, ¿y cuánto le queda de embarazo? Preguntaba ahora Claudia preocupada por su nieto

- Si dice que tiene cuatro, le quedan alrededor de dos o tres meses, después de todo el tiempo de embarazo en este tipo de casos es de menos tiempo Todos se miraron entre ellos, el peli azul y el pelinegro preocupados por sus bebes y por la salud del menor, mientras Claudia pensaba en cómo conseguir las almas sin matar a nadie, ya que para ella era algo repulsivo, y Undertaker pensaba en cómo cuidar del conde y además de cómo hablarle a Celestine.

Hola...

Gracias por leer, y prestar atención a esta historia, y a las tonterías que escribo.
:p

Nos leemos luego.

El destino nos enlaza al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora