Let's talk about... Sex.

Hasta luego señor Jauregui.

Los días habían pasado con normalidad y con ello las clases, los deberes y los encuentros con amigos. Sorpresivamente ahora tan solo faltaban dos días para aquel baile que se anunciaba por los pasillos de la universidad. Camila estaba entre invitar a Lauren a aquello o no, ya que este era para celebrar aquel día que por lo general, es para los enamorados. Estaba en su cama con los audífonos puestos mientras escuchaba música, en eso volteó a ver a la pared y logro ver aquel calendario y ver aquella fecha próxima.

14 de febrero, día del amor y la amistad.

De alguna manera u otra tomo valor y decidió hacerlo.

Camila: Lauren... ¿Estas ocupada?

Tres minutos después, hubo respuesta.

Lolo💚👀: No Camz, ¿Por que?

Camila: ¿Puedes salir?

Lolo💚👀: Camz...

Camila: Tengo que decirte algo y no pienso hacerlo por aquí.

Lolo💚👀: Te espero en 30 minutos.

Camila se paró de su cama y de inmediato se puso ropa un poco más decente, pues no quería ir a ver a Lauren en fachas. Era ahora o nunca.

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Lauren estaba en su recamara esperando a Camila, según está le mandaría mensaje cuando estuviera fuera de su casa para que platicaran aquello que Camila le quería decir, lo cual la tenía bastante intrigada a decir verdad. Lauren solo podía pensar y de pronto le entraron algo de nervios, ¿Sería malo o algo bueno? Quien sabe.

Pasaron los minutos y se logro escuchar el timbre de la casa, por un momento se exaltó pero después recordó que la morena le mandaría mensaje. Se había tranquilizador hasta que escucho a su padre.

"Lauren hija, te buscan en la puerta"

Mierda, mierda, mierda.

Lauren bajo casi volando a la planta baja de la casa y miro la puerta cerrada, ¿Que carajos? Después volteo a ver a la sala de la casa y se topó con una escena que casi la hacia desmayar: Camila estaba sentada en un sillón mientras que sus padres estaban en otro, y estaban conversando, no puede ser.

-Entonces eres Camila Cabello, hija de los ahora dueños de Cabello's Construcciones.- Ese era Michael.

-Así es señor Jauregui.- Lauren podría jurar que la morena se estaba tragando sus nervios.

-Camila cariño, te he dicho que nos haces sentir viejos, solo somos Clara y Michael.- Dijo Clara con una sonrisa.

-D-disculpe señora, digo, disculpa Clara.- Al parecer no todos los nervios.

Las tres personas que estaban en aquella conversación no habían podido ver a aquella ojiverde que estaba petrificada, ¿Por que le habían dado tantos nervios? Camila era solo su amiga, no había razón para estos. Se fue acercando poco a poco pero al parecer no logro ver bien aquel supuesto objeto que estaba tirado y bueno... Lauren resbaló y cayó directo al piso.

-¡LAUREN!.- Gritaron sus padres al unisono cuando voltearon a ver y vieron aquella escena donde la ojiverde había caído, pero Camila había sido más lista y se había parado más rápido que estos y ahora estaba auxiliando a aquella ojiverde.

-Hey ne.. Lauren, ¿Estas bien?.- Le pregunto Camila mientras jalaba una silla de aquel comedor y sentaba a Lauren.

-Si Camila, estoy bien.- Dijo Lauren con una sonrisa.

-Lauren hija, ¿Que fue eso?.- Preguntó Clara.

-No lo sé mamá, tropecé con algo.

Su padre mientras tanto estaba buscando en el piso aquel objeto que la habría hecho tropezar y más sin embargo no encontró nada. Sospechoso.

Lauren se paró de aquella silla y tomó a Camila del brazo y de a poco la fue tirando fuera de la casa, tenerla ahí dentro era algo... No incómodo, pero la ponía de nervios.

-¿A donde van señoritas?.- Pregunto Michael.

-Vamos a caminar un poco papá.- Respondió Lauren.

-Esta bien hija, con mucho cuidado y no regresen tan tarde.- Para ese momento Michael ya había ido tras ellas antes de que salieran por la puerta, primero salió Lauren antes de Camila y cuando esta iba a hacerlo, Michael la detuvo un poco.

-Te la encargo por favor.

-No se preocupe señor.. Michael, no se preocupe Michael, la traeré pronto.

Michael guiño su ojo a Camila y después de que está gritará para avisar a Clara que regresaban pronto, cerró la puerta.

Michael lo sabía.

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Habian caminado por poco más de diez minutos cuando decidieron sentarse en una banca que había por aquel andador, Lauren decidió hablar.

-Y bien... ¿Que pasó?

-Lauren...

-Camila, no me asustes.

Camila soltó un largo suspiro y esto provocó un poco de preocupación en la ojiverde así que esta tomo la mano de la morena y entrelazando sus dedos le dijo.

-Camila, por favor... Estoy aquí.

-Lauren, se que... Sé que probablemente después de esto quede en ridículo contigo y se que probablemente no quieras estar conmigo pero... Es solo que...

-Dilo Camz.

-¿Quieres ir conmigo al baile del 14 de febrero conmigo?

Y ahí estaban, mirandose directo a los ojos con aquella mirada que amaban ambas, con aquella miraba que les daba seguridad, aquella mirada que transmitía sentimientos.

Los bellos ojos esmeralda frente a los preciosos ojos chocolate.

Lauren sonrió y solo dió un beso en la mejilla de la morena.

-Si quiero, ¿Por qué pensaste que te diría que no?

-No lo sé, tal vez por que media escuela irá o por que no te gusta que salgamos en público o...

-Camila, es solo un baile, no tiene nada de malo.

Dicho esto, Camila sonrió y trato de besar a Lauren y cuando estaba a punto de que sus narices rozaran está se detuvo.

-Perdón Laur, perdón, no lo pensé...

-No te preocupes Camz, está bien.

Y caminaron de nuevo a casa de la ojiverde, ambas felices y un tanto confundidas, ¿Enserio se podían llamar amigas?

Qué manera tan idiota de ocultar lo obvio.

Lauren toco a la puerta de su casa y su padre abrió, antes de que Lauren entrará a esta se despidió de Camila con un beso en la mejilla para después susurrarle un "Nos vemos luego".

Cuando Lauren entro a casa Michael habló.

-Gracias Camila, eres una buena chica.

-No es nada Michael, gracias.

-De verdad que me gustaría verte por aquí más seguido.

-¿Eso quiere decir qué?..

-Puedes venir cuando quieras Camila.

-Gracias Michael, es muy amable.

En ese momento ambos estaban sonriendo.

-Bueno Camila, tengo que irme, nos vemos después.

-Hasta luego señor Jáuregui.

Y la puerta se cerró.