Let's talk about... Sex.

Pesadilla.

Faltaban tan solo dos días para que el mes de octubre al fin terminará y las cosas seguían igual.

Camila no regresaba.

Lauren cada día empeoraba.

Las lágrimas no cesaban.

Y los sentimientos se encontraban.

En ese momento, Lauren estaba dispuesta a decir todo a su padre pues sabía que su padre fácilmente podría dar con la ubicación de la morena.

Con su madre... Bueno, comenzaba a considerar confesarle todo, pero quería hacerlo en el momento correcto.

Sus hermanos sabían todo, y ellos eran quienes la habían ayudado. Estos la convencieron de hacer las cosas de esa manera, y ahora digamos que las cosas ya no eran como antes. Lejos de que cada uno se encerrase en su habitación, ahora Taylor y Chris se turnaban para ver y estar con Lauren, la hacían comer y la aconsejaban.

Aquella tarde, Lauren había decidido que en cuanto su padre llegará del trabajo, le pediría ayuda. No podía más, necesitaba ver a Camila, al menos verla ya que ella creía que la morena no la quería ver jamás después de aquella ocasión.

Y Lauren, sí la podrías volver a ver, no de la manera en que tú pensabas, pero te aseguro que volverías a ver.

La puerta de la casa se abrió y se escuchó un "estoy en casa".

Era momento.

-Lauren...- La llamó Taylor quién estaba con ella.

-Es hora.- Dio un suspiro y salió de su cama.

Ambas bajaron y vieron que Chris estaba en la sala jugando videojuegos, pero este en cuanto vio a sus hermanas jugar puso pausa a la partida y las acompaño, en aquello, querían acompañar a Lauren, después de todo... ¿Para que son los hermanos?

Los tres se dirigieron a la cocina, pero solo Lauren quedó al frente y sus hermanos se quedaron en la puerta de la cocina. Mike estaba tomando un poco de agua y cuando vio que los tres se acercaron pero en especial Lauren, le dio cierta curiosidad.

-Papá...- Llamó Lauren.

-¿Que pasa hija?.- Dijo Mike llendo hasta su hija y acariciando su cabello.

Lauren no pudo más, así que simplemente se dejó caer en el pecho de su padre y lo abrazó, este correspondió el abrazo y siguió abrazando a su hija.

-Tengo que contarte tantas cosas.- Dijo Lauren entre lágrimas.

-Tenemos toda la noche.- Dijo Mike haciendo una seña para que Taylor y Chris se fueran de ahí.

-Necesito también pedirte algo.- Dijo Lauren alzando la cara del pecho de su padre y mirándolo.

-¿Que?.- Preguntó Mike.

-Necesito que me ayudes a encontrar a Camila.

Y aquella noche, Mike supo acerca de todos los errores de Lauren, supo todo lo que no sabía, y al final de todo el relato de Lauren quién no había dejado de llorar en todo el rato, solo dijo.

-Mañana sabrás dónde está, tranquila, no debe estar tan lejos.- Dijo Mike mientras limpiaba las lágrimas de las mejillas de Lauren.

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Por la noche, Camila salió en su auto a recorrer las calles de Orlando y buscar un buen bar donde pasar la noche.

Los padres de Camila sabían claramente que ellos le habían inculcado a su hija la enseñanza de resolver los problemas de manera sabía, pero la morena no estaba haciendo exactamente eso.