Epílogo: "Amor de mi vida"

7.8K 336 87
                                    


Un par de años después.

-Nada de movimientos bruscos ni andar en constante movimiento, total reposo y aplicando el ungüento junto a los medicamentos tu brazo debería de estar completamente sano en quince días.- Decía Camila al joven paciente junto a sus amigos quienes lo habían acompañado hasta emergencia.

-Muchas gracias doctora Cabello.- Dijo el muchacho saliendo de el consultorio de la morena.

-De nada Billy, tenga más cuidado la próxima. El fútbol americano no necesariamente debe de ser tan rudo.- Dijo Camila despidiéndose.

Pronto, la puerta se cerró y dejaron a una Camila un tanto estresada y cansada detrás de esta.

Camila era una de las mejores traumatólogas de Miami, y eso básicamente lo confirmaba su trabajo.

Después de haber terminado la carrera y haber prestado un año de servicio, la morena comenzó a trabajar en un hospital de gobierno y después de tanto trabajo y esfuerzo, logró hacer su propio hospital donde básicamente había de todo, desde pediatras hasta proctologos. Pero este se especializaba claramente en urgencias.

Incluso hace un tiempo los productores de "Sala de emergencias: Historias inéditas" habían grabado un par de capítulos en este donde habían salido tanto Camila cómo otros compañeros médicos y enfermeras.

-Doctora Cabello a emergencias, doctora Cabello a emergencias.- Se escuchó por los parlantes.

Camila suspiró y dio un largo trago a su café para salir de su consultorio.

Corrió por los pasillos y se encontró con los paramédicos arrastrando la camilla donde se encontraba el afectado.

Camila pronto se acercó y corrió junto a los paramédicos y estos al verla, detuvieron su andar.

-Bueno muchachos... ¿Que tenemos?.- Pregunto Camila tratando de examinar un poco pero una gran sábana blanca llena de sangre que estaba tapando el cuerpo le impedía mirar.

-Fractura de peroné y tibia expuesta.- Anunció el paramédico mirándola.

-¿Algo además de eso?.- Preguntó Camila.

-Solo eso y unos leves rasguños.- Respondió el paramédico.

-¿Esta sedado verdad?.- Camila pregunto y los paramédicos asintieron.

Y eso era más que obvio ya que si alguien en su sano juicio llegará al hospital con tremendo pedazo de herida, probablemente rompería los tímpanos de la mayoria con desgarradores gritos de dolor.

La morena estaba a punto de hablar pero su teléfono sonó.

"Amor"


Camila sonrió y suspiró. De inmediato contesto.

-Amor... ¿Me das cinco minutos?.- Preguntó Camila.

-Claro.- Respondió comprensiva Lauren.

Camila alejó el teléfono de su oreja y habló a los presentes.

-Creo que ahora mismo no podría hacer semejante cirugía... Que los médicos de guardia lo hagan.- Ordenó Camila y se dirigió a su oficina.

No le gustaba ser así, a ella le gustaba mucho ayudar y atender a sus pacientes ya que de hecho, para eso fueron tantos años de carrera. Pero necesitaba un descanso y... Después de todo, ¡Era su hospital! Podía mandar a quien sea.

-Ahora sí mí amor... ¿En que estábamos?.- Preguntó Camila.

-Ya casi salgo del trabajo y necesito que miremos que los centros de mesa para la boda ya hayan llegado.- Pidió Lauren..

Let's talk about... Sex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora