El destino.

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Después de que aquel viernes Camila se decidiera en enfrentarse a Lauren para que aclararan las cosas, Camila día con día había decidido a aprenderse aquella melodía que sin duda tenía las palabras correctas para describir aquella situación de la cual era protagonista, era una canción de su artista favorito. Aún no llegaba el día de su declaratoria.

Por lo tanto, aún no había alguna respuesta.

En la Universidad todo transcurría con total normalidad, bueno, siendo sinceros no con mucha... Desde que el secreto de Camila ya no era un secreto, se podía decir que la morena era más buscada por las chicas. Incluso tuvo que cambiar de número de teléfono pues las llamadas y los mensajes con invitaciones a encuentros sexuales no cesaban. Y no es que a Camila le molestará, solo que le incomodaba un poco, algunas incluso habían tenido el valor de mandar un par de nudes con la esperanza de que Camila aceptase la invitación, pero aún así, la morena decía que no.

No podía decir que sí, pues si quería tener algo serio con Lauren, tenía que ser sería ella.

Para Dinah, el cambio que Camila había dado era increíble, por que a pesar de que ya no fueran roomies, seguían siendo constantes, no tanto en la escuela, pero si en sus casas, ambas se visitaban, bueno, ahora Dinah la visitaba ya que la última vez que Camila fue a verla decidió no tocar y abrir por que después de todo, ¿Para que tocar? Dinah era su mejor amiga y no creía que le molestaría.

Sin embargo, el encontrar a Normani y Dinah teniendo sexo en la sala de la casa no era molesto, era desagradable... (Mentira, pero no era apropiado ver).

Y bueno, en ese momento Shawn y Camila estaban en el aula de música, no es que estos compartieran la clase, pero simplemente como ninguno tenía clase habían decidido entrar al salón y cantar un par de canciones, cuando hicieron esto, un joven se acercó a ellos con una sonrisa:

X: Hola.

Los amigos lo miraron, después se miraron entre ellos y volvieron a mirarse.

Shawn y Camila: Hola.- Dijeron con una sonrisa.

Charlie: Me llamo Charlie, un placer.- Corespondió a la sonrisa.

Y bueno, resumiendoles un poco: Charlie era el hijo del dueño de un pequeño bar de Miami. Este había escuchado ya varias veces a la pareja de amigos tocar y cantar, y eran demasiado buenos.

Charlie: La banda canceló y quería ver si no pueden cubrir las dos horas que tenían programadas.

Camila: Pero no tenemos banda.- Era cierto.

Shawn: Puedo arreglar eso.- Nada que no se pudiera arreglar.

Charlie: La paga será buena, entonces... ¿Aceptan?

Camila tenía planeado ir a hablar con Lauren hoy pero la verdad si que quería aceptar aquella oferta, no tanto por el dinero, más bien, por poder hacer lo que amaba.

Lauren podía esperar.

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Lauren se encontraba viendo la televisión en la sala de su casa cuando su teléfono vibró, anunciando la llegada de un mensaje:

Mani: ¿Estás culo blanco?

¿Recuerdan el nombre con el cual Lauren tenía registrado a Normani? Bien, tuvo que ser cambiado por ciertos celos de una Dinah ya que según esta, nadie más podía decirle chocolatito a Normani, solo ella.

Lauren: No, me fui a Marte.

Mani: Voy a tu casa en cinco minutos, sacas tu coche y salimos a beber algo, lo necesito.

Let's talk about... Sex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora