Capitulo 5.

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Cerro los ojos para evitar ver el techo como ha estado haciendo las ultimas horas, no habia bajado a almorzar, lo ultimo que queria era partirle la cara a golpes a Christian por meterse donde no lo llaman delante de Anahi. Anahi, suspiro y se paso una mano por el rostro en frustracion, un beso, un misero beso lo habia dejado totalmente empalmado todo el dia, ni siquiera tres malditas duchas frias lo habian ayudado, pero su beso e imaginarse que posiblemente fuera el primero al que ella besara lo tenian loco, habia notado su nerviosismo y como intentaba seguirle el ritmo y joder, lo habia logrado con creces, tuvo que alejar esos pensamientos sacudiendose la cabeza, se levanto de golpe.
Era ridiculo que decidiera encerrarse en su habitacion como una adolescente enojada, hace años que dejo de ser un adolescente, era un hombre adulto, el unico responsable de sus actos y sabia lo que queria, o no?, si, lo sabia, queria pasar el verano con Anahi, a fin de cuentas solo serian dos meses. Gruño cuando automaticamente borró ese pensamiento, si Christian tenia razon en algo era que ella no era para el sexo casual, sino para algo serio y eso el no se lo podia dar, no, imposible.

A menos que ella quisiera lo mismo... no! era una niña, aun estaba en la adolescencia, saliendo de ella, si, pero no podia hacer algo tan bajo como eso, aunque ella tambien quisiera. Se levanto y miro por la ventana, ya la noche habia caido y se habia perdido tambien la cena, vio en uno de los bancos a Maite junto a Christian abrazados hablando, aunque desde alli, solo se veia como se pasaban el telefono de mano en mano. Las luces de la cabaña se apagaron y Dulce junto a Christopher salieron de ella, suspuso, hasta la Universidad a donde el castaño siempre la acompañaba. Maldijo en voz baja, para el era tan dificil y ellos alla tranquilamente.

Estaba decidido, no lo volveria a repetir, el queria sexo y ya, y Anahi no era la indicada para darselo, asi que por mucho que la deseara lo mejor era apartarla del camino, era un hombre, no un adolescente hormonado, sabia comportarse y aguantar sus instintos.
Se sobresalto al escuchar unos golpes en la puerta y confuso se apresuro a abrir, sus ojos cayeron en la rubia que sostenia una bandeja como la del desayuno de esta mañana y volvia a tener a cabeza baja, el trago fuerte y la vio de arriba hacia abajo, vestia un pantalon de pijama rosado de cuadros con una camiseta gris que habia visto mejores dias, unas pequeñas sandalias y tenia el cabello atado en una coleta desordenada, parecia a punto de irse a dormir y volvieron a aparecer sus instintos, solo que de nuevo se molesto al ver que no eran llevarla a la cama sin ropa, sino llevarla a a cama con ropa y abrazarla mientras escondia su cara en el suave perfume de su cabello y sentia el calor de las manos de ellas abrazarlo hasta quedarse dormida, un escalosfrio le recorrio la columna a darse cuenta de ello.

-Anahi- dijo en un susurro, la rubia se sobresalto un poco, no se habia dado cuenta de que estaba perdida en el tiempo hasta escuchar su voz, un rubor se hizo presente y tuvo que respirar hondo para evitar que su corazon se le saliera del pecho.

-No bajaste a comer y... digo eh no dinner asi que...- se interrumpio y le ofrecio la bandeja con varios tacos en ella- Pense que tendrias hungry?- termino mordiendose el labio nerviosa, el solo la observaba y eso la ponia peor, no debia mirarlo a los ojos, si eso pasaba ya no habria marcha a tras y lo sabia. Habia sido algo estupido subir a llevarle la cena pero no habia almorzado y eso no era nada bueno, se imaginaba que necesitaba mucha comida y se le hizo un nudo en la garganta al pensar que pasaria hambre con tal de no verla, fue un impulso. Vio como los pies de el se movian y levanto un poco la vista para ver su gesto de adelante. Armandose de valor se adentro en la habitacion directo hacia la mesita de noche y dejo ahi el plato con la comida, el vado de jugo y el postre, antes de que pudiera decir nada salio de la habitacion y bajo corriendo las escaleras.
Alfonso Suspiro y cerro la puerta, ni siquiera pudo hablar, se consolo diciendo que era lo mejor, era un hombre maduro capaz de controlar sus deseos.

*****

-Christopher Debes hablar con Dulce- dijo Christian en voz baja mirando hacia donde estaban Dulce y Maite despidiendose. Ucker fruncio el ceño y lo miro- Sobre Ani y Alfonso- dijo de nuevo en otro murmullo.

International Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora