International Love.

Capítulo 18.

Dulce movió el pie con nerviosismo mientras retorcía parte de la blusa que cargaba puesta, sentía la mirada de Maite inquisidora sobre ella. Miro hacia la pared para no tener que mirar sus ojos castaños fijos en ella; sentía el corazón a punto de salir de su pecho, no sabía cómo se iban a tomar sus hermanas el hecho de tener a un nuevo integrante, aunque en el fondo supiera que les iba a encantar la noticia no podía evitar tener los nervios a flor de piel.

— Parece que quisieras salir corriendo—dijo la pelinegra mientras entrecerraba los ojos hacia ella— No entiendo para qué tanto misterio Dul.

—Hay que esperar a Ani—respondió con la voz algo irregular por lo que tuvo que aclarar su garganta. Christopher se sentó junto a la pelirroja rodeándola con un brazo mientras le daba un apretón de confianza en la mano.
Christian entró en la cabaña dándoles una sonrisa a la pareja junto a un guiño a su ahora novia.

—Ani esta terminando de darle el desayuno a Alfonso—dijo el rubio— ¿Alguien más cree que Alfonso está disfrutando estar enfermo?—la diversión en su voz hizo reír a Ucker y a Maite que asintió.

—¿Quién lo diría? Parece que no puede separarse de ella.

—Hasta cierto punto eso es dulce—defendio Maite dándole una sonrisa ladeada— Y a la güera le encanta.

Dulce no pudo evitarlo y se le escapó una pequeña risa coqueta mientras subía y bajaba las cejas hacia su hermana que la siguió en la risa. Los dos hermanos solo rodaron los ojos con una sonrisa. Estaban felices por la reciente felicidad de su hermano mayor aunque no lo demostrarán abiertamente.

Se escucharon los pasos sobre las hojas secas fuera de la cabaña y luego vieron la puerta abrirse apareciendo la rubia de ella. Ani sintió las miradas sobre ella y les dio una sonrisa que iluminó sus ojos para luego sentarse a un lado de Maite.

—¿Hice algo mal? Por que esto parece cuando papá nos iba a dar un castigo—dijo divertida la rubia mientras miraba a su hermana mayor respirar profundo. Ani la miró intrigada, sin duda sentía la tensión de Dulce en sus hombros y lo esquiva de su mirada.

—En reali.dad quirríamos que estuveran aquí para darles una notic.ia— dijo Ucker, a pesar de la precaria pronunciación Ani asintió instandolo a continuar. Ucker humedeció sus labios nervioso mientras mirando a las tres personas ansiosas que lo apresuraban con la mirada, desvío un momento la vista hacia Dulce quien le dio una breve sonrisa antes de asentir— Hace un tempo estoy.. uhm sorry está.mos pinsando en vivir jun.tos —comenzó este.

»And consejimos un deparamentu cerca de aquí lo uhm ¿suficiente? —pregunto a Dulce y ella asintió— suficiente amplió parra noso.tros y ustedes dos niñas.

—Nosotros lo hablamos y pues, el departamento tiene dos habitaciones, en una nosotros y en otra ustedes dos chaparras —dijo Dulce dándoles una gran sonrisa mientras apretaba la mano de Christopher.

Maite abrió la boca para decir algo pero la cerró al no salir su voz. Miro a Christian que tenía una mezcla entre diversión, nervios y algo de emoción que no entendía la pelinegra.
Ani por su parte dio un pequeño gritó de alegría y brinco hasta el sofá donde se encontraba su hermana mayor y la abrazo sonriendo.

—Esto es grandioso mi Dul, estoy muy feliz por ti, bueno por ustedes —dijo dándole una sonrisa a Ucker que se la devolvió con cariño—Pero no creo que sea buena idea que nos vayamos las tres, no escúchame —cortó a Dulce agarrando su mano—¿Quién se quedaría aquí trabajando? Ustedes están comenzando una relación y no sería justo que nosotras les pongamos más peso encima. Suficiente con los gastos que ustedes tendrán ¿No mi Mai? —la pelinegra asintió—Entonces yo creo que lo mejor es que nosotras nos quedemos aquí y los visitamos algunas veces.