Capitulo 23.

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-Madre, no te permito que le hables así -suspiro cansado mientras abrazaba a Dulce a su costado. La mujer abrió la boca indignada llevando una mano a su pecho en un gesto dramático.

-¿Y como quieres que le hable a una mojigata que se embarazó para atraparte? ¿Acaso no sabes usar un preservativo, Christopher? ¿Estas seguro que el niño es tuyo? Recuerda que esta gente tiene malas mañas -la pelirroja apretó los puños controlando la molestia mientras miraba a Paulina que sonreía satisfecha.

-Mire señora...

-¿Ves? Ni siquiera estoy hablando con ella y anda de metiche, así son todas las mucamas Chris, no pretenderas que esta te represente ante las señoritas de sociedad ¿o si? -dijo su madre con horror, Ucker rodó los ojos.

-Por supuesto que no madre -soltó a Dulce casi haciéndola soltar un suspiro de alivio hasta que el castaño entrelazo los dedos con la pelirroja -Por lo mismo, hemos decidido quedarnos a vivir aquí -el rostro de Ruth se desfiguró en una mueca de horror mientras en el de Dulce se dibujó una sonrisa de triunfo y alegría.

-¿Y de que piensas vivir? -por primera vez hablo su padre, que se había mantenido de brazos cruzados y en segundo plano. Ucker respiro hondo antes de responder, sabia que era lo primero con lo que lo cuestionarían, después de todo, había vivido toda la vida de sus padres pero ahora, el seria uno.

-Alfonso me consiguió trabajo en una sucursal de su empresa aquí -dijo en tono despreocupado encogiéndose de hombros. Su padre sonrió burlón y arqueó una ceja.

-¿Que sabes tu de trabajar, Christopher? No seas ridículo.

El silencio reinó en la sala mientras todos se mantenían mirándose. Dulce casi tenia ganas de gritar, no entendía como unos padres podían ser tan crueles con sus hijos, era insólito. Ahora entendía mejor la actitud de los hermanos apenas llegaron, tan distantes.
El sonido de pasos se escucho desde la puerta de la cocina y luego la risa de Maite seguida de un murmullo del que reconocieron como Christian. Ruth volteo a mirar a Paulina, justo a tiempo cuando esta cambiaba la mueca de asco por una de pesar que la hizo aumentar mas su molestia hacia su hijo menor. El hombre sólo volvió a su posición anterior recostado a una pared mientras Dul y Ucker se miraron con preocupación justo cuando la puerta se abría y pasaban la pareja abrazados riendo.

-¿Chicos, quieren que vayamos a...? Madre... -el rubio se paralizó y miro hacia sus padres con sorpresa. Maite paro de reír y trago grueso mientras se ponía firme, casi preparada para el ataque.

-Contigo quería hablar, Christian.

**************

Anahi sonrió mientras sentía los brazos del pelinegro rodear su cintura desde atrás para luego poner su barbilla en su hombro. Por sorpresa volteo su rostro y le dio un beso en la mejilla al pelinegro haciéndolo sonreír. Ambos habían terminado ya de organizar la maleta del pelinegro, ahora solo faltaba hacer el equipaje de la rubia y luego las despedidas para volar mañana a Londres.
Luego de la sesión de besos de reconciliación, Ani se había enterado que, en su paranoia, Alfonso ya había reservado los boletos para irse junto a Christian, por lo que ahora se irían ellos.

Alfonso la tomo por un brazo y le dio la vuelta frente a el para tener el acceso a su boca, gustosa Ani abrió sus labios y se apoyó en el poniendo sus manos en el pecho del pelinegro. Alfonso bajo sus manos hasta su culo para luego alzarla haciéndola enredar sus piernas alrededor de sus caderas. Tomándose un pequeño momento para respirar, Alfonso se dejo caer en la cama junto a Ani que se acomodó sobre el mientras volvían a besarse. El cabello rubio de la rubia servía como cortina sobre sus rostros mientras las manos de él se mantenían en sus muslos.

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2020 ⏰

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