Desde el principio de la historia de la humanidad. El hombre ha evolucionado en un ser que piensa y toma decisiones conforme a su ideal. Su libertad de voluntad lo ha llevado a donde se encuentra hasta los últimos días. Su desarrollo ha llevado a la construcción de grupos que se asemejan entre ellos para obtener un objetivo en común o ya sea para el beneficio de uno mismo. También las habilidades del hombre han modificado su modo de vida. Su forma de convivir y de tener una relación con el ambiente. El hombre da un paso importante cada vez, sin darnos cuenta ya no solo era supervivencia, ahora se volvería una vida libre.
Las dudas y cuestiones de origen, también se volverían parte del pensar de los humanos. Esto los llevaría a una época de descubrimientos con avances tecnológicos, era más encontrar cosas productivas e interesantes para seguir facilitando la vida del hombre. Pero esto sería gran importancia para el futuro, pues mientras más dudas, más descubrimientos daban el resultado de cambios para la vida del humano.
Nuestros antepasados tras sus nuevas actividades de búsqueda de respuesta, se aventuraban a averiguar en otras regiones las respuestas de sus dudas. A este paso descubrieron nuevas culturas, nuevas vegetaciones y fauna desconocida. Fue muy increíble ante sus ojos las hermosuras que regalaba la naturaleza a la Tierra. Pero eso no era todo lo que encontrarían.
Algunos más de los antepasados que viajaban, eran más atrevidos y arriesgados. Cruzaban toda tierra y agua sin importar sus peligros, muchos sobrevivían, otros, simplemente no pasaban la primera parada. Los riesgos que ellos corrían eran bastantes costosos, ya no solo a sus vidas, si no al temor de otros y cortar las ganas de seguir en explorando a otras generaciones.
Aun así, ante todo encontrar, los que quedaban en pie y siguiendo el camino, lograron llegar a unas cuevas las cuales conectaban a una de las montañas más alejadas de las civilizaciones humanas. En ellas, descubrieron criaturas que no eran como las comunes que ellos conocían, eran otras más temibles. Todas tenían diferente forma, pero lo que eran similares, eran en las llamas que salían de ellos. No eran llamas comunes, eran raras pues su color era blanco. Esas criaturas fueron conocidas como hollows, seres que se alimentaban de las almas humanas, matando a su presa de forma lenta, dolorosa, de tal forma que dejara en sus expresiones un martirio puro y oscur, para después devorar el espíritu de la persona. No se sabía cómo era que se formaban o surgían pues eran miles y miles. No tenían aparato reproductor. Muchos de los viajeros terminaban muertos tras las garras de los hollows. Otros milagrosamente se escapaban o escondían para no ser asesinados por ellos. Los pocos que quedaban seguían el camino evitando a las criaturas.
Justo en la cima descubrieron una habitación iluminada por la luz del sol que salía de un agujero del techo. Dentro de ella se encontraban unas columnas separadas alrededor de un círculo y otra en el medio del mismo. Sobre esas columnas se encontraban unos tipos esferas de fuego de diferente color, 3 en total azul, rojo y amarillo, pero la del medio no había nada. En una de las columnas estaba inscripto una frase en un idioma antigua, lenguaje que solos los alquimistas conocían,"Valentía y seguridad, gran corazón con mucho que buscar, suyo el conocimiento obtenido por vuestro deseo" abajo seguía "Cual poseedor de tal derecho, único y de un solo dueño, puede heredar, pero poco y no un poco mas".
Asombrados no sabían que hacer, solo observaban y tenían miedo a lo que sucediera a pesar de lo que decía las columnas, sus dudas eran las que ganaban. Sin embargo, a uno de ellos le alcanzo la curiosidad y decidió caminar despacio hacia las columnas. Mientras los demás miraban con miedo cómo se acerba aquel hombre, el solo daba cada paso tratando de pensar en lo malo o importante que le pudiese pasar, manteniendo el paso seguro y dejando el miedo a un lado. EL sudor que salía de sus poros del cuerpo no los sentía, pues una tensa energía dentro de él le impedía sentir o pensar en ese momento. Los latidos en su corazón se aceleraban, mientras la presión aumentaba. avanzo cada vez más hacia las columnas con las esferas de fuego sobre ellas. Estiro el brazo acercándolo hacia una de las esferas, en lo que los otros estaban desesperados por lo que el hombre hacía. Faltando solo unos centímetros sus ojos se iluminaban y reflejaban el color de la esfera azul que tenía enfrente. justo ahí, en ese momento, toco la esfera con la punta de sus dedos. Para que enseguida, la esfera se esparciera y volviendo a uno mismo directo a la mano de el mismo hombre, esa misma se formó en solo energía que pasaba alrededor del hombre que con miedo y sorpresa, miraba como la propia energía de la esfera recorría su cuerpo y alma. Los demás gritaron, corrieron del lugar dejando solo al tipo gimiendo del dolor insoportable que tenía en esos instantes. Pareciera como si ardiera el cuerpo de aquel pobre hombre. Pero no se podía ver si se quemaba su cuerpo pues la llama lo cubría totalmente que no se podía apreciar bien lo que le sucedía.
A pesar de esta escena tan aterradora para él, llegando en un punto exacto, las llamas que cubrían al hombre por completo se redujeron al instante y ese poder fue absorbido por ese hombre que solo quedo tirado en suelo desmayado.
Pasaron horas y aquel tipo despertó, confundido, con la cabeza mareada empezó a moverse, tambaleandose logro levantarse del suelo. Intentó ver lo que había ocurrido. Revisó de los pies a la cabeza y sin razón aparente, resulto como si nada hubiera pasado. Suspiro y quito el sudor de su frente. Después sintió algo repentino, como si algo caliente estuviese en su mano. Volteo de forma lenta, viendo como su mano y... sorpresa. Su mano estaba en llamas.
Asustado cayó al suelo, empezó a golpear su mano para que se apagara sin tener resultados. grito -¡Alto!- y el fuego desapareció de su mano.
No podía entender que había sucedido. Era más el pánico que el pensar una razón por la cual pasó. Pero la curiosidad le gano y estiro el brazo, exclamando -Prende- la mano se volvió a incendiar del fuego azul.
Pero lo más curioso es que no se quemaba su mano, ni sentía un dolor inmenso, solo podía percatar el calor que salía de esas llamas de fuego azul. En ese momento, con toda la expresión de pánico, siguió probando una vez y otra el encender y apagar su mano.
Fueron horas, días, incluso meses los que paso haciéndolo. Después de un tiempo salió de aquel recinto afuera. Y sin que nadie supiera como pudo, atraveso todos los obstáculos y esas criaturas devora almas, de alguna manera que el ya conocía y dominaba la respuesta.
Llegando fuera, decidió ir a explorar más, otros pueblos cercanos o alguna ciudad. Pues eh aquí llego a uno que se encontraba a lo lejos de las montañas nevadas del norte. El lugar era un pueblo pequeño con poco más de 50 habitantes. Los lugareños vieron cómo se acercaba el hombre y decidieron armarse para capturarlo e interrogarlo con las únicas razones de averiguar él porque estaba caminando a su pueblo. Así que en grupo fueron varios por él. Las lanzas eran sus únicas armas, y al parecer seria lo suficiente y de sobra contra alguien desarmado. Sin embargo, no juzgues a un libro por tu portada.
Estando pues cercas de la entrada del pueblo, el grupo de los grandes hombres fuertes y capaces en lucha se abalanzaron contra de él. A pesar de ser muchos el hombre no tembló, no mostro algún rostro de preocupación o temor. Lo único que había en su cara era una mirada seria que cambio a una sonrisa. Al momento los que le atacan, se incendiaron al instante con llamas intensas, las cuales te tenían un color azul. Tirados en el suelo quemándose solo se arrastraban y movían tratando de apagarse sin lograr nada. Al final quedando en cenizas. En el pueblo todos aterrorizados por lo que estaban viendo. El hombre aun con la sonrisa que repartía temor a quien le viera, la mirada de un alma consumida por las llamas del mismísimo infierno, una mirada que a pesar de estar encendida con fuego azul, se podría sentir oscuridad. Con esta misma, caminaba directo al pueblo, mientras los gritos y el correr de la gente ocurrían en cada paso. Extendió los brazos de lado a lado como si estuviese gozoso, y de las manos salieron esas llamas azules, que calentaban como el mismo hades. Entonces levantando su rostro, con aquellos ojos tetricos, ojos que a pesar de estar cubiertos por la sombra de su largo cabello, aún se podrían apreciar cómo estaban encendidos con el fuego azul que mataban el espíritu de alguien a simple vista, y fue su sonrisa fue la más macabra que pudo estremecer hasta el hombre más fuerte. Una sonrisa de media luna, mejilla a mejilla, la sonrisa de un demente lleno de sed de sangre, sed de terror, sed de muerte. Esa que consiguió frente a su presencia siniestra de orgullo y placer del nuevo poder que consiguió. Y ese fue el pueblo que término siendo cenizas a manos ardientes de ese hombre. Y ahí fue solo el comienzo de la locura que llevaría a todo el mundo.
*"Nunca abandones lo que más te gusta ya verás que después de tiempo esto valdrá la pena" - Diana Heaton. Agradezco mucho y primeramente a Dios por un Dia más de vida y dame la oportunidad de poder escribir este proyecto, espero y sea un gran comienzo para las próximas presentaciones traídas a este perfil. Y segundo agradecimiento a la señorita Diana Heaton que me animo a continuar con esto, y con su ayuda poder sacarlo a delante. Besos y abrazos. Para todos ustedes y bendiciones"*
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BLUE FIRE
General FictionEn un pueblo muy alejado de las grandes ciudades del reino, habitaba un joven de 17 años llamado Dante. El tenia una vida muy pacifica y estable con su familia. Sin embargo tras un serie de sucesos, donde se ven involucradas desapariciones, el gobie...