-Dante despierta amor- Una voz dulce y cálida se escuchó a los oídos de Dante, sus ojos se abrieron despacio, sentía un aura familiar, tenía la sensación de paz alrededor de él. Vio con asombro a su madre que estaba enfrente de él, como todas las mañanas cuando el sueño era pesado y necesitaba despertar a su hijo. Dante no lo creía, recordó lo que paso antes y regalo una sonrisa con regocijo a su madre pensando que todo lo que ocurrió fue un sueño. –Hijo ya es hora de levantarte- Dante solo asintió, la abrazo a con todas sus fuerzas, de inmediato dio un salto de la cama para vestirse. Apenas listo bajo por las escaleras al comedor, donde vio con una enorme felicidad a su familia sentados en la mesa esperándolo. Tomo un respiro de alivio y cuando procedía a estar con su familia de nueva cuenta.
-No, no, no- La voz que atormento antes a Dante se volvió a escuchar por las espaldas de él.-Esta no es la realidad, mira más de cerca- Su áspera voz inmuto a Dante, Parpadeo y pudo observar el lugar donde sentía seguridad, el entorno cambio drásticamente al sitito donde murieron todos. Los escombros donde la sangre de Brenda se escurría lentamente sobre la tierra debajo de la casa. El cuerpo de su padre sin un brazo, cubierto de sangre y el enorme agujero que le dejo en el estómago la bestia. Y su frágil madre que estaba acostada sobre el suelo frío, que lentamente brotaba del mismo flamantes llamas que consumieron el cuerpo de Mei. Dante quedo impactado como la otra ocasión. Ante la frustración de que aquel escenario volvieran a ver sus ojos, La cabeza de Dante se presiono tanto como si fuese a explotar. La bestia que asesino a su familia apareció atrás de él, con su garra levantada, acompañada de una mueca malévola con sed de sangre,lo observaba, rugió y se abalanzo ante él.
Dante despertó dando un brinco agitado, todo había sido una horrible pesadilla. Pero, no fue ningún sueño, en realidad, lo que paso esa noche, fue real. Inclino su rostro y con fuerzas cogió las sabanas. De nueva cuenta la tristeza le comenzó a brotar de su corazón -¿Por qué?.... ¿Por qué tenía que pasar esto?-
Tomo un momento de calmaba, noto que se encontraba a su alrededor una habitación normal. Acostado sobre una cama y sabanas sobre de él. Una almohada que, al igual que los edredones, eran suaves y cálidos. A su mano izquierda se encontraba una cómoda, sobre ella un vaso de vidrio con agua, una veladora y una flor puesta sobre una jarra de barro. Solo había una ventana en la pared izqueda, cerrada por una cortina hecha de finas telas y diseños detallados en los bordes, se hallaban pegados cuadros de pinturas abstractas, a lo que Dante desubicado por todo no logro entender.
En frente de él solo había un escritorio, lapiceras, unas libretas y otras veladoras sobre el mismo. La madera, fabricada con la mejor calidad a simple vista. También estaba una foto, no era captable pues estaba volteada en un Angulo fuera de alcance para Dante. En la pared a mano derecha había un sofá grande y sobre el unas sábanas.
-¿Qué hago aquí?- llevo su mano a la cabeza rascándosela.-Lo de esa noche...- Las escenas de la trágica vinieron a su mente. -... ¿Qué paso después?
Enseguida la manija de la puerta se empezó a mover, Dante miro fijamente para ver quien entraría por la puerta. Entonces vio que era una chica con un pelo rubio suelto, de buen parecer, ojos cafés y cara redondeada. Era la misma chica uniformada que estaba en los operativos que involucraban a Marta y Barry, la que estuvo en el momento del fatídico día. Dante no la había visto antes así que no estaba enterado de ella y sus relaciones.
Al entrar, se dio cuenta que el chico había despertado, sorprendiendola un poco, no de manera extravagante pero sutil. –Veo que ya despertaste- Fueron las primeras palabras que le dijo a Dante. Se introdujo a la habitación con una taza de café caliente en la mano.
Dante no entendía bien que era lo que estaba pasando aun, mucho menos ver a la chica que entro. No era el hecho de que fuera atractiva, si no el hecho que fuera casi cercana a la edad de él en apariencia. En su pueblo solo había niños pequeños y mayores de 25 años. En cambio ella a simple vista conservaba la apariencia de una señorita de 18 años. Justo acorde a la edad de Dante. Ella noto de inmediato su incomodidad
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BLUE FIRE
General FictionEn un pueblo muy alejado de las grandes ciudades del reino, habitaba un joven de 17 años llamado Dante. El tenia una vida muy pacifica y estable con su familia. Sin embargo tras un serie de sucesos, donde se ven involucradas desapariciones, el gobie...