BLUE FIRE

3 • Reinos

Con el paso del tiempo hubo cambios que dieron paso a un nuevo mundo.

Lo primero fue las generaciones de guerreros que nacieron con los poderes de sus padres. Pero había un inconveniente con cada generación, pues perdían lo que era el control de su poder por dominio propio.

Con esto, se decidió hacer una alianza con los alquimistas quienes se unieron con el afán de acabar con estas criaturas y estudiarlas más a fondo, para conseguir sus secretos. Esto dio un paso para que la alquimia se combinará con el poder del fuego.

Los alquimistas se encargaron de enseñar técnicas de control y trasmutación de fuego. Con movimientos de manos, y conjuros. Los alquimistas no querían revelar todo su poder así que no revelaban el lenguaje para usar su poder al cien por cien y ser una amenaza para ellos. Así que los hacían hacer las conjuraciones de forma sencilla. El poder que usaban no era tan inmenso pero si suficiente para la batalla.

Otra de las cosas que se hizo notable, más a comparación de Félix y Alex, con sus demás sucesores, era su aspecto físico, pues no parecían envejecer, a diferencia de sus hijos que seguía algunos con sus ciclo de vida normal y otras que se mantenían pero no tanto como Alex y Félix.

Los anteriores decidieron establecerse en una sola zona. Tras el paso del tiempo fueron creando ciudades donde sobrevivientes y refugiados eran acogidos. Poco a poco su territorio fue extendiéndose rápidamente, tras cada lugar exterminado de hollows de parte de los guerreros era un avance más. Obteniendo como resultado un reino extenso. Todo marchaba perfecto con una restauración de la humanidad, pero había algún inconveniente entre los líderes de este nuevo reino.

Alexander tenía casi todo el control del reino, se encargaba de asuntos de ataque y coordinar a los guerreros. E impuso un ejército con los habitantes normales, para tener un orden en el reino.

Mientras tanto Felix se encargaba de otras demandas que tendría de aquí en adelante junto a su compañero para gobernar. Pero su principal preocupación era su esposa que estaba en un punto crítico, duro muchos años junto a su marido y su amor la mantuvo a su lado. Pero ni los alquimistas que buscaban la juventud e inmortalidad había conseguido resultado. Alice al poco tiempo falleció.

Félix quedó deprimido por un largo tiempo. Dejando a Alexander con el control completo por un largo tiempo.
Sin embargo, el control del reino no era muy eficaz, pues había fallas en el comercio y generación de gastos para la comunidad. Alexander no daba importancia pues solo se enfocaba a seguir extendiendo su poder militar. Los consejeros reales buscaban siempre que el gobernante se diera cuenta, pero este no accedía a escucharlos.

Estos decidieron buscar a Félix para que ocupará su puesto como líder, con el argumento de un reino perdido, que era a donde se dirigía. Félix decidió actuar. Regresar de su depresión y volver a dirigir al reino. Pero lo único que consiguió fue una riña.

Al llegar ante Alexander, este se molestó ante la presencia de Félix, pues no deseaba que nadie más tuviera control del pueblo más que él. Félix intentó hablar con el, con el fin de que no tener que enfrentarse. Pero el hombre con poder de fuego rojo hizo acto de presencia de su fuerza, llenando su puño con un aura roja, se incendió. El calor que desprendían las brazas calentó el lugar a grados Celsius exagerados. Félix tomo su turno con poder equivalente al de su adversario. Miradas fijas, sudor resbalando por los poros y un cordial inminente apunto de derretir el lugar. Se dio entonces el primer contacto simultáneo de sus puños chocando contra el rostro de su rival. De aquí una cadena de golpes, ataques de elementos de fuego y técnicas se dio ante el asombro y espanto de muchos lugareños que sólo podían ver la batalla. La cual duro por bastantes días, causando el fin de la ciudad donde vivían, hecha cenizas y habitantes víctimas de la pelea entre estos dos.

Sin pronóstico seguro de quién ganar, llegó aquel alquimista que conocieron tiempo atrás. Conjurando una oración, con el típico movimiento de dedos y manos, detuvo la pelea. Dejando a ambos luchadores bajo combate e inmóviles. Tras un largo tiempo inconscientes lograron levantarse y ambos pudieron ver al alquimista frente a ellos. Enorme fue su asombró por contemplar a el hombre que muchos años atrás les había ayudado. Pero más que nada su rostro que reflejaba que la edad no parecía estar con el. Ahorrándose explicaciones, el susodicho hablo con Alexander y Félix.

Viendo como su reino no prosperaría así, decidió dar una solución. El reino se dividirá en dos. Por un lado gobernaría Alexander pero tendría un consejo real al cual debería acatar sus opciones. Por el otro lado, Félix ocuparía parte del otro reino. Ambos deberían de poder expandir sus territorios y así seguir con su misión de purificar al mundo de los hollows. Ambos accedieron.

El reino de Félix fue el reino de Aguila, y el de Alexander el de León. Cada reinó disponía solo de sus guerreros elementares. Su distribución de tierras fue precisa. Al final se obtuvieron dos reinos. Los cuales no tuvieron problemas por un largo tiempo.

No hubo nada de cambios, el reino se mantuvo estable, pero… ¿Qué pasó con la esfera de fuego azul?¿Qué pasará con los reinos?¿Seguirá la tranquilidad?
Es aquí donde la historia comienza… con nuestro verdadero protagonista…