Un viaje juntos (Wigetta)

Capitulo 10: Al borde

Narra Willy

Corrí y corrí dejando atrás las palabras que el padre de Samuel había pronunciado, el tenía claro la clase de persona que yo soy, y me odia por eso. Piensa que trato de confundir a su hijo, yo jamás haría eso. Podre sentir algo por su hijo pero no lo obligaría a quererme o a estar conmigo, no se puede arrastrar a alguien a una falsa felicidad.

No tenía idea de cuánto tiempo estuve corriendo, simplemente me detuve al notar que estaba en el bosque, los arboles se elevaban al cielo, la enorme cantidad de ramas no dejaba los tenues rayos de luz entraran, dándole un aspecto tenebroso al paisaje, mire a los lados intentado calmarme, mi respiración estaba agitada aún, de pronto me di cuenta de algo, estoy perdido, no tengo ni la más remota idea de cómo volver a casa o como encontrar una carretera.  

Intente regresar por donde creía había venido pero termine perdiéndome más, tome mi móvil para llamar por ayuda. —No hay señal, me cago en todo lo cagable—estoy flipando como nunca antes con esta situación, y para colmo ya esta anocheciendo. ¿Cuánto tiempo estuve corriendo?

La noche se apodero de mi ambiente, apenas lograba divisar los objetos frente a mí, estaba prácticamente ciego en la noche, entonces recordé mi móvil, lo saque alumbrando mi camino con el flash de la cámara, no era demasiado, pero peor es nada.

Seguí caminando por el bosque buscando una señal de vida, parecía que estaba en un lugar totalmente diferente a Valle de Plata, me detuve mirando en todas direcciones, notando que había estado dando vueltas en círculo, quien sabe, quizás media hora. No podía seguir así. Ya me estaba entrando el pánico, ¿y si no consigo regresar? ¿Y si muero de hambre aquí? Porqué cojones de mono tuve que correr sin dirección, pude haber ido a mi casa con facilidad, ahora Caro debe estar preocupada y a punto de llamar a nuestros padres, y como haga eso la que se forma.

Camine unos pocos minutos más hasta que a lo lejos pude escuchar voces—personas—dije intentando contener mi emoción, corrí en dirección de las voces, parecía ser una familia, tal vez estaba cerca de algún punto de campamento del lago, estoy salvado joder.

Mientras corría apartaba ramas y hojas de mi camino pero hubo algo que no vi venir. Me tropecé con una piedra cayendo al suelo y rodando hasta dar con la ladera de un acantilado, eran al menos treinta metros hasta el, mi móvil cayo al abismo, volviéndose pedazos seguramente, use mis pies intentado conseguir un poco de soporte para no caer, sentía la muerte sobre mí.

Mi vida paso ante mis ojos, dejándome expectante al futuro, el día que nací, el primer cumpleaños que recuerdo, el nacimiento de Caro, cuando mis padres tuvieron que irse a trabajar a la capital, todos los maltratos que viví, el día que conocí a Alex, el primer día de clases cuando conocí a Samuel, mi primer beso, que había sido con él, y no lo sabía. Todos los recuerdos que alguna vez fueron importantes para mí pasaron frente a mis ojos, todos pasaron sin algún orden, había tenido una vida de mierda con ratos felices. Pero jamás fui feliz por completo, me pregunto ¿alguien, alguna vez, fue feliz por completo toda su vida? Si así fue, bien por esa persona, vivió lo que nadie ha podido.

Estuve aguantando, aferrado a la vida aún, había una parte de mi que se resignaba a morir de tal manera, pero soy humano y no soportare por mucho tiempo, igual terminare soltándome y cayendo al vacío, encontraran mi cuerpo sin vida y todos seguirán con su vida.

Pero, ¿y Caro? ¿Mis padres? ¿Qué hay de Samuel? —No puedo irme y dejarlos—no quiero dejarlos. Ahora estaba más que decidido a vivir. Empecé a gritar lo más que mi garganta me permitía, alguien tendría que oírme antes de que mis brazos se cansen y me dejen caer.

Pasaban los segundos, se hacía eterno el tiempo, mis extremidades estaban casi entumecidas, no aguantaría mucho más. Solté un último y vigoroso grito de ayuda, ahora solo me quedaría soltarme y dejar todo atrás… pero no fue así.