Sin Reservas (#2 R.P)

Capítulo 5.2.- Infierno

La mujer me inspeccionó y yo no me atreví a apartar la mirada de su brillante collar.

—Por cierto, ¿quien eres tú?

Abro la boca y la vuelvo a cerrar. Ella ha dicho: "Novio". Imposible.

—Chérubin, ¿estas lista? —miro sobre mi hombro y su gesto se arruga—. ¿Que haces aquí, Romina?

—He estado esperando durante dos meses. ¿Tu hermano ya se recuperó?

—¿Te importa?

—Es Nath ¿no? Que me vean con él me dió más publicidad.

A medida que hablaban entendía menos. La mujer se ve ansiosa e irritada por mi presencia, la de él no. Sean se mantiene relajado e incluso se acerca más hasta poner su brazo sobre mis hombros. Cuando los ojos de la mujer, Romina, siguen los movimientos del gesto sus ojos se agradaron y su mandíbula se desencaja.

—¡Ella es tu nueva novia!

—Si.

 Un temblor amenazó con subir por mis manos y terminar en mi labio si continuaba frente a ella fingiendo la falsedad de Sean... aunque pronto sería más que eso. Me abruma.

—¿Acaso tu manager no te dijo nada?

—Si hablas de Marcel... no, no sabe nada.

—¡Te cortará el cuello! ¡Yo te cortare el cuello! —grita Romina y me lanza una mirada que hace que me encoja—. Me has cambiado por una niña. Acordamos darnos un tiempo hasta que tu hermano se mejorara.

—Su recuperación sigue en proceso. Mi cuñada y mi familia siguen preocupados, yo aun lo estoy. Me siento de buen humor como para que me vengas a dar dolores de cabeza.

—¡Soy tu novia!

—Ya no.

Una luz me hace mirar detrás del hombro de Romina. Abro los ojos al ver que hay una persona fotografiandonos. Fotografíandome a mi también. Mi mano se cierra sobre la camisa gris.

—Hablamos el fin de semana, ahora voy de salida y quiero volver antes que anochezca —tira de mi cuerpo hacia atrás y le cierra la puerta en la cara. Ella chilla—. Sube al auto.

No es una petición. Le obedezco aun estando aturdida y me coloco el cinturón de seguridad. Mientras espero, reflexiono por lo que ha sucedido y solo me confundo más. ¿Romina? ¿Su hermano ha estado mal? Le cabeza me da vueltas y aun cuando él entra sigo sumida en mi mente tratando de darle algún sentido a todo eso. Dakota fue a New York por un mes a visitar a Ginger. El novio de Gin se accidentó el mismo día en que su hermano murió. El novio de Ginger es el hermano de Sean. Lo miro y aparto la mirada al escucharlo murmurar entre dientes. Su hermano esta en recuperación, por eso Romina ha dicho eso acerca de los dos meses, sin embargo, él la termino.

—Oye —exclama y asustada miro al frente. La mujer esta en medio de la salida—. Apártate, Romina.

—¡Hablaré con Marcel sobre ella!

El gesto de Sean es de diversión.

—Pues anda, díselo. Tengo veintiséis años, soy lo bastante mayorcito como para hacerme cargo de mis cosas y ella es una de esas. Largo, habla con él todo lo que quieres.

Acto seguido arranca. Horrorizada encajo las uñas al asiento de cuero y un grito ahogado se queda atorado en mi garganta. Sean ríe como un loco, pero Romina se ha apartado y ahora salimos disparados como un cohete por la calle. Aun aterrada no me atrevo a abrir los ojos. ¡Ha perdido la cabeza, casi la atropella!

—No la iba a atropellar.

—¡Casi lo haces! —chillo y cubro mis ojos.

Su risa ronca me pone la piel de gallina.