Capítulo 7.2 .- 50°

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—Ya veo... ¿No existe forma alguna de que...? Oiga, no me hable así –su entrecejo se hunde y me asusta la mirada que tiene—. ¡No se pase de lista, señora! ¿Qué?... ¡Váyanse al carajo usted y toda la puñetera escuela de mierda!

Cuelga el teléfono con un fuerte impacto y provoca que varias cosas caigan con él. Hammer cubre su rostro y la observo mientras hace repetidas respiraciones. Esta furiosa. Miro hacia la puerta y una pregunta comienza a hacerse detrás de otra. Sean es bipolar. Dirijo de nuevo mi atención hacia ella, ahora esta mas tranquila y sus mejillas se han puesto de un tono rosa.

—Lamento a ver hecho eso —murmura disculpándose y recoge las cosas—. Ahora recuerdo porque tiré todo a mitad de mi primer año.

—¿Ibas en esa universidad?

—Correcto, iba. Me cambia a una de Vancouver que me ofrecía mejores planes y además de eso me pareció correcto elegir el mismo curso de estudio que Sean.

—¿Cuál? –pregunto con curiosidad y Hammer se deja caer en la silla.

—Podia entregar mis tareas al final de la semana, era mucha tarea y tres exámenes cada que entregaba dichas tareas. Solo tenia que ir a dejar proyectos importantes y presentar exámenes, se me hizo accesible —se encoge de hombros y me tiende una botella con agua la cual recibo con gusto—. Aun sigo estudiando, dado que deje la escuela aun faltando un año tuve que comenzar casi de cero.

—Ya veo, me alegro mucho que hayas decidido seguir estudiando.

—Al señor Adrien también le alegra, él fue quien me convenció.

Oh.

—Disculpa mi atrevimiento, Cloé, pero ¿que edad tienes?

—Dieciocho... —siento como mis mejillas se sonrojan y las cejas de ella se elevan—. Aparento ser más joven.

—No es eso, es que, bueno, me sorprende que seas esposa de Sean. Te ves tan inocente y linda; no me creo que estés casada con ese loco.

—Ni yo...

Abro la botella y le doy un pequeño trago. El teléfono suena.

—Aquí Hammer ¿desea algo? —dice apenas y sonríe—. Será un placer.

Cuelga el teléfono y me sigue mirando con una sonrisa. Hammer tiene una hermosa sonrisa, quiero dibujarla algún día.

—¿Ha ocurrido algo?

—¿Quieres ir conmigo? Iré a buscar a Ben.

—Pero Sean —miro la puerta y al tomar mi mano hace que la mire—. Debo de decirle.

—Él ya sabe, al parecer la reunión entre ellos será larga y me han dicho que es mejor que vayamos a la casa del señor.

—¿Pero iremos por Ben, el sobrino de...?

—Si, sus clases artísticas terminarán pronto y hoy su niñera no podrá ir a buscarlo. Me ha pedido que vaya por él, así que andando.

—Pero... —cierro los labios y asiento—. Esta bien.

—Deja busco las llaves del auto y vamos.

Ella entra a la oficina y yo me quedo fuera. ¿Estará bien ir sin Sean? Dios que tengo miedo, tengo mucho miedo. ¿Y si él aparece? ¿Y si me lo encuentro? No, no, no eso no es posible porque sigue en el hospital. Muerdo mi labio y nerviosa me acerco a la ventana. La lluvia sigue cayendo y me inclino más, la vista es muy bonita. Ver esto me recuerda cuando insistía por ir a la aguja espacial y no me lo permitían. Él siempre se reía de mi por desear ser libre y yo siempre me pongo triste porque es verdad. Debo de dejar de preocuparme un poco menos y continuar caminando para olvidar lo malo. Sé que lo lograré.

Sin Reservas (#2 R.P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora