Capítulo 12

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CAPÍTULO 12

    La cena con Veronica fue terrible. Me sentía culpable de tener que hacerla pasar por esto. Se suponía que las únicas que debíamos soportar la carga de convivir con mi madre y mi padre éramos Cheryl y yo. Durante la mayoría de la cena reinó un silencio terrorífico, en absoluto agradable. Dudaba mucho que mantener una conversación fuera a ayudar, de todas formas. En un punto, mi padre se decidió a hablar y desearía con toda mi alma que no hubiera abierto la boca.

    ―Debe de haber sido duro para ti. ―Se dirigía a Veronica, quien de repente se tensó―. Ya sabes, ver a tu padre esposado, cómo se iba de casa...

    ―Papá ―gruñí entre dientes.

    Aquel tema de conversación no era precisamente el más adecuado. Ronnie no hablaba demasiado de su padre debido a que pasaba por una situación delicada, después de todo, Hiram Lodge estaba en prisión. Sin embargo, mi progenitor parecía sentir cierta diversión por encender una chispa y observar cómo luego ardía el fuego. Mi amiga tardó un tiempo en contestar. Mientras, Cheryl y yo intercambiamos una mirada significante. Las dos estábamos pensando en lo mismo.

    ―No pasa nada, Blaze ―terminó contestando Veronica para a continuación mirar a mi padre―. La peor parte fue lo rápido que pasó todo. De repente... había desaparecido. ―Repasó toda la estancia con la mirada, clavando la vista en cada uno de nosotros hasta finalizar en mi madre―. Ni siquiera pude decirle adiós. Es por eso que creo que es genial que tengáis la oportunidad de despediros de Jason mañana.

    ―No todos nosotros ―murmuró mi hermana cortante.

    Al instante, mamá la fulminó con la mirada. Las palabras de Cheryl eran verdaderas, pero por mucho que se negaran nuestros padres yo no me rendiría en esto. Veronica había vivido una experiencia traumática debido al encarcelamiento de Hiram. Era casi como nuestro caso, a excepción de que su padre no estaba muerto. Por lo menos las tres sabíamos lo que era perder a alguien querido de la noche a la mañana y no saber cómo sentirte, cómo demonios seguir viviendo día tras día después de algo así. Ronnie no había podido despedirse siquiera y ahora que Cheryl y yo estábamos rozando con la punta de los dedos esa posibilidad querían arrebatárnosla. Teníamos que hacerlo por todas esas personas que no habían podido decir adiós. Por Jason. Por Veronica. Por Polly.

    ―Eso es porque algunas personas ya tuvieron la ocasión de despedirse de él cuando lo acompañaron al río... hacia su muerte ―siseó mi madre.

    Dicho eso, se levantó y abandonó la sala, dejándonos a todos sin saber qué decir. Mi padre no tardó mucho en ponerse en pie y seguirla. Habían conseguido que se me revolviera el estómago y perdiera todo el apetito.

    ―Si me disculpáis, no tengo mucha hambre.

    Salí del comedor mientras Cheryl y Veronica continuaban su cena en compañía de mi abuela, quien no había pronunciado palabra en toda la noche. Era algo típico de ella, así que tampoco me preocupaba. Subí las escaleras hacia mi cuarto con prisa. Después de aquella tortura de tarde por fin podía distraerme con las locuras de Jughead en Pop's. Se me formó una sonrisa al instante. Al llegar a mi cuarto me fijé en el papel que había sobre mi mesilla. Era el cual en el que había escrito el discurso para Jason. Lo tomé entre mis manos para luego doblarlo y dejarlo en un cajón a buen recaudo. Me puse la sudadera que ya solía utilizar para estas ocasiones. Jughead siempre bromeaba con que no me cambiaba de ropa nunca y yo le respondía mencionando su peculiar gorro. Con él cualquier cosa podía hacerse de repente divertida y sobrellevar la muerte de Jason era más sencillo. Las noches en Pop's me habían ayudado muchísimo a distraerme y no podía estar más agradecida.

BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora