BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅

Capítulo 24

CAPÍTULO 24

    Las reuniones en Pop's eran una de las pocas cosas que me hacían feliz, y me refiero a real y completamente feliz. Se podría resumir en que Jughead me hacía feliz. De todas maneras no conseguía quitarme la sensación de que algo estaba por venir, una nube tenebrosa que cubriría con su manto oscuro Riverdale, cegándonos a todos y poniéndonos a unos en contra de otros. El asesino de Jason andaba por ahí y cuando se descubriera su identidad ya nada volvería a ser lo mismo.

    Jughead rodeó mis hombros con uno de sus brazos. Con la otra mano tomó su hamburguesa del plato y le dio un gran mordisco. No pude evitar soltar una risa.

    ―¿Cómo puedes seguir teniendo hambre? ―inquirí fingiendo esta asqueada.

    Jughead masticó el trozo que se había llevado a la boca y se tomó su tiempo para saborearlo y tragarlo. No cabía duda de que las hamburguesas eran su perdición.

    ―No tengo fondo, Blazers ―respondió para a continuación darle un sorbo a su batido.

    Puse los ojos en blanco y después sonreí. Yo únicamente había pedido un batido, puesto que había cenado con mi familia. Jughead, ahora que vivía con Archie y su padre, también había cenado con estos, pero al parecer seguía hambriento.

    ―Te vas a poner como una foca.

    ―¡Y a mucha honra! ―replicó volviendo a sostener su hamburguesa con las manos―. ¿Tú has visto cómo me mira? ¿Crees que puedo ignorar esa carita de pena?

    Hice un puchero, apartando la hamburguesa y acercándome a él.

    ―¿Y qué hay de esta carita de pena? ―musité refiriéndome a mí misma.

    Jughead esbozó una amplia sonrisa que me llenó de calidez. Este era el mejor Jughead Jones, el que se olvidaba de la maldad del mundo y de la relación con su padre, el que adoraba a la comida y más si era de Pop's, el que sentía una gran pasión por la escritura, el que compartía conmigo los mejores momentos. Si la gente aprendiera a juzgar por lo que cada uno es y no por el apellido que lleva, su apariencia o las primeras impresiones, el mundo iría mejor. Precisamente era la más adecuada para decirlo. Mi apellido tenía implícito el continuar la línea de sangre de los Blossom y honrar a mi familia, así como que el resto de personas creyeran que era como mis padres o mismo como Cheryl y Jason.

    ―Me gusta más tu cara de felicidad ―contestó acortando la distancia.

    Presionó sus labios contra los míos en un beso que supo a chocolate y hamburguesa, una combinación un tanto extraña, pero que sin embargo disfruté por ser los labios de Jughead los que besaba.

    La noche en Pop's se pasó más rápido de lo que esperaba, lo que fue decepcionante porque no me apetecía en absoluto volver a Thornhill. Salí apesadumbrada del local, seguida de Jug, que se retrasó despidiéndose de Pop. A continuación se unió a mí y me tomó de la mano, entrelazando nuestros dedos como si lo hubiéramos hecho desde siempre, con total naturalidad. Hacía unos días que llevaba dándole vueltas a una cosa, pero no me había atrevido a soltarla. Quizá fue el abrigo de la noche el que me otorgó el valor necesario y antes siquiera de darme cuenta estaba pronunciando esas palabras.

    ―¿Crees que...? Bueno... Los Blossom celebramos todos los años una especie de ceremonia de recolección inaugural de sirope de arce, ya sabes, el negocio familiar. ―Me mordí el labio antes de continuar, haciendo que Jughead disminuyera el ritmo del paseo―. Me preguntaba si querrías venir conmigo.