BLOODLINE ; JUGHEAD JONES [1] ✅

Capítulo 33

Maratón [2/4]

CAPÍTULO 33

    Podía afirmar con total seguridad que fue entonces cuando todo se desmoronó. Cheryl venía acompañada de casi todo el instituto, incluidos Chuck y Nick entre ellos. Casi me vine abajo cuando cruzó el umbral de la puerta y me dirigió una sonrisa falsa. De forma rápida y abrupta todo el montón de gente entró a la casa, haciéndose hueco en cualquier rincón y poniendo la música demasiado alta. De un momento a otro Cheryl y Chuck se habían hecho con el control de la que antes había sido nuestra pequeña celebración. Yo había perdido a Jughead entre todas las personas que ahora bailaban, bebían y gritaban como locos. Sabía que él habría intentado huir hacia un lugar calmado, así que me dispuse a buscarlo. No entraba en mi cabeza que mi hermana hubiera traído a la gran mayoría del instituto para hacer una fiesta por todo lo alto cuando estaba al corriente de que la nuestra sería una celebración entre nuestro círculo de amigos. Si ya sospechaba que le pasaba algo, ahora todo se confirmaba.

    En el salón de Archie ya se habían acomodado varias parejas que se besaban en el sofá, alumnos que hacían concursos para ver quién bebía más y, sobre todo, mucha, muchísima gente bailando y chocándose unos con otros por la falta de espacio. Me hice un hueco al lado de Kevin, Veronica y Joaquin, quienes tenían un vaso cada uno. Al verme, Ronnie me ofreció bebida, pero negué con la cabeza. Lo primordial era localizar a Jughead y asegurarme de que se encontraba bien. Al fin y al cabo, esta era su fiesta de cumpleaños; tenía que ser memorable para él.

    ―¿Por qué están haciendo esto? ―preguntó Kevin con la vista fijada en un punto.

    Seguí su mirada para toparme con Cheryl, la cual danzaba muy pegada a un chico del equipo. No fui capaz de reconocer su cara, aunque tampoco se me hizo muy fácil cuando mi hermana se echó a sus brazos y comenzó a besarlo de manera un tanto desesperada. Instintivamente, observé la reacción de Veronica. Capté tan solo un pequeño gesto: su ceño frunciéndose unos segundos, como inconformista con la escena que presenciaba. No tuve tiempo a pensar mejor sobre ello, ya que Ronnie respondió en ese momento.

    ―Son los ángeles del caos, Kevin. No necesitan una razón.

    Me habría gustado poder replicar, pero no tenía forma de hacerlo. Si bien Cheryl se había estado comportando muy bien conmigo y nuestro vínculo se había fortalecido, estos últimos días todo semejaba haberse deshecho con gran facilidad, lo que me daba la sensación de que su antiguo y oscuro yo volvía a las andadas. No había más que ver la fiesta ante nosotros para darse cuenta.

    ―Pero supongo que nos la están devolviendo ―finalizó Veronica y observó a mi hermana con una expresión indescifrable.

    Cheryl había terminado de intercambiar saliva con el chico desconocido para responder a la mirada de Veronica y sonreír de una forma tan falsa y agria como la de Nick. Aquello me lo dejó todo mucho más claro: el cambio de humor de Cheryl no podía ser por otra cosa que por Ronnie, a pesar de que esta no había hecho nada malo que yo supiera. Si algo hubiera sucedido cualquiera de las dos me lo habría contado.

   ―¿Dónde está Betty? ―inquirí de repente intrigada.

    Kevin se encogió de hombros a la vez que Veronica sacudía su cabeza. Los dejé para ir a la cocina y seguir mi búsqueda. Ni siquiera me había percatado de que Jughead se había movido, pues en ese instante solo podía preguntarme qué demonios hacía Cheryl aquí. Las cosas se iban aclarando poco a poco, la verdad emergía de las profundidades para estar a la vista de todos. Mi hermana había venido para fastidiar el cumpleaños de Jughead y por ende a Veronica, lo cual significaba que algo malo había sucedido entre ellas.