Carta 13: Sobre nosotros

1.2K 180 7
                                    

Querida Maléfica:

Noches después de todo lo que ha pasado entre nosotros, entre esta familia inventada e irreal, te he visto llorar; no es la primera vez que lo hago pero hace mucho no te he visto perder la compostura de forma tan evidente. Te pregunté que pasaba y luego me hiciste seguirte para ver como tratabas de forma inútil quitar el hechizo de Aurora, la magia te rebotó mientras caías al piso al igual que aquellas palabras, el beso del amor verdadero. Te dije que podríamos conseguier ese beso, pero tu solo lloraste de forma más fuerte y me echaste como siempre lo haces, olvidas que como tus alas es mi deber quedarme a tu lado. Así lo hice hasta que la madrugada nos cayó encima y supe que esto te estaba matando casi tanto como a mi. Solo entonces me atreví a hablar porque no tuve nunca más valor como ahora, como cuando estoy a punto de perderte. 

Te pregunté sobre Stephan solo para sentir mi corazón quebrarse, dijiste que fuiste de él como no lo serías de nadie, que el amor verdadero pertenece a los libros, me dijoste lo que hizo, te sinceraste conmigo mientras yo solo miraba las estrellas, quizá ya no puedo odiar más o una parte se murió y se fue al limbos cuando escuché todo lo que pasó, cuando oí de ese beso y de la última noche que pasó contigo, para mí siempre serás la Maléfica que conoció el dolor y la tristeza antes que el amor verdadero, la que amó y un imbécil tuvo el valor de engañar, no pude conocer a la doncella pero no me cabe duda que la habría amado igual que te amo a ti, la mujer que quedó de esas luchas, amo cada cicatriz, cada dolor que sientes, cada trozo roto de ti y aunque quise decírtelo cuando terminaste no me dejaste hacerlo. Desviaste la mirada a las estrellas cuando yo te pregunté sobre NOSOTROS. 

No sobre nuestra Aurora que parece que nos une más que nada, sino sobre tú y yo, sonó tan ridículo que pensé que ibas a reírte aunque habría preferido la risa antes que la indiferencia que mostrarste ante mi pregunta. 

"¿Y qué hay de nosotros?" Como si hubiera mucho que decir al respecto, como si diescisiete años no hablaran por sí solos, como si mis acciones no lo gritaran, como si el páramo no hablara de mi amor hacia ti. Y te quedaste callada, mirando la luna y perdiéndote entre los astros,¿acaso aún le amas? la ira ahora me gobierna más que la desdicha y creo que eres capaz de suponerlo. Tuviste mucho tiempo para pensar pero no dijiste una palabra, ni siquiera me miraste y cuando hablaste fue para dar por terminado ese tema. 

"Cuando todo termine, podrás volver a ser un cuervo" Solo un cuervo, porque el hombre se borrará y el sirviente será liberado. 

"Solo eso?" Me mordí la lengua pero no pude evitar preguntarlo con añoranza, mi corazón ya estaba desecho antes de escucharte, por qué habría de temer que se pulverizara, solo faltaban tres días para que nuestra pequeña se esfumara y habríamos de quedarnos solos para siempre. 

"Qué más podría querer un sirviente a parte de su libertad" Pensé que tus palabras más crueles serían para Stephan, no para alguien que había hecho todo por tí y sé que no vas a arrepentirte de haberlas pronunciado. 

Pudimos haber sido felices, pudimos haber tenido un nido donde criar a nuestros hijos. Pude haber nacido en el cuerpo de un hombre e ir a dar al páramo por pura casualidad. Pude ser el muchacho que te habría hecho creer en el amor, la persona que te diera felicidad eterna... Aurora pudo haber sido nuestra hija, una llena de energía e incluso pudimos ganar juntos esta guerra con los hombres creando una alianza entre reinos. Pero las cosas no funcionan así, llegue demasiado tarde como para que en este cuento hubiera un nosotros. 

No tenía nada el día en que te conocí pero si me hubieras mirado sin rencor aún pude haberte hecho feliz, pudiste haber tenido un hombre que te amaba, un ser que fuera tu leal compañero y un amigo antes que un sirviente; cometiste el error de no hacerlo y yo de quedarme en esta causa perdida, pero no me arrepiento, llegaré al final de mis días feliz y con tu recuerdo y si soy capaz de verte en otra vida haré todo lo que esté en mis alas para evitar un final similar, correré en contra del destino y proccuraré que en cada historia haya un NOSOTROS. No por el hecho de que crea en los finales felices, sino porque lo merecemos. 

Hasta la otra vida. Siempre tus alas. 

DIAVAL 


Cartas a MaléficaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora