Epílogo: Sobre el felices por siempre

1.9K 212 11
                                    

Querida Maléfica:

Esta es posiblemente la carta más corta que escribo, y en ella quiero hablarte de algo muy curioso: los finales felices. 

Un sabio dijo una vez que no hay finales en esta hitoria, que entramos y salimos de un hilo infinito que no termina al morir. Sin embargo, difiero con el en una cosa y esa cosa es nuestra historia. SÍ, quizá nustros hijos y los hijos de sus hijos cuenten este cuento tan diferente que seremos olvidados, sin embargo, nuestra historia, pequeña, corta, dramática, será nuestra por siempre. Solo ambos sabremos lo que tuvimos que pasar y solo ambos sabremos la mucha felicidad quee no rodeó en el tiempo prestado que el cielo nos da. 

Maléfica, tu me diste el regalo más grande del mundo incluso antes de amarme y de darme tu corazón, me diste alas... No las alas de cuervo que adornan mi espalda, sino la capacidad de volar más arriba que cualquier cuervo, me diste oportunidades que jamás lograré pagarte, me diste un cuerpo humano para moverme y aprender, me diste las ganas de aprender a imaginar y a soñar, algo que ningún cuervo es capaz de hacer, e incluso me hiciste capaz de amar de forma tan intensa que creo que estuve al filo de la muerte por ello. Ríete si quieres, pero no lograrás que mi mente cambie en ese aspecto, lo que ningún cuervo o humano tuvo antes lo tuve gracias a ti e incluso nuestra familia (en aumento claro) se lo debo a la desición que tomaste al salvar a un cuervo de la muerte segura. 

Quizá este no es el final de la historia (apenas estamos en espera de nustro segundo hijo y en espera del tercero de Aurora y Felipe) sin embargo, si algún día encuentras esta carta y yo ya no estoy, quiero que sepas que a pesar de que mi historia sea olvidada tu me has dado el mejor final que alguien puede tener. Quizá nustras peleas a veces terminan conmigo transformado en cuervo o contigo sin hablarme, pero luego de esos minutos de tensión se alza por encima de nosotros aquello que nos unió hace tantos años; quiero que siempre recuerdes maléfica, que los cuentos de hadas si existen. Nuestros hijos crecerán sabiendo que hay gente malvada allá afuera pero que en cada corazón siempre hay un brote de bondad y ternura por el que vale la pena luchar, quizá no hay un beso de amor verdadero al final de cada página pero siempre hay alguien que nos ama y nos aprecia por lo que somos y que nos pone por encima de ellos. Hay una fuerza poderosa que va más allá de cualquier espacio y tiempo, esa fuerza es la respuesta a todo y la que nos mantiene de pie cuando ya no hay nada a que aferrarnos y esa fuerza es el amor. 

Sigamos con esta historia Maléfica, con esta narración llena de cartas y de extraños pensamientos nocturnos, quizá al final del día, podamos acercarnos y tocar ese lugar que los cuentistas nombran: Y vivieron felices por siempre.... 

Por siempre tus alas, Diaval  

Cartas a MaléficaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora