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Las cortinas opacas no dejaban que los rayos del sol molestaran al chico que dormía plácidamente en la cama, sus cabellos estaban todos despeinados y un hilo de saliva goteaba por su boca. A los pies de su cama, se encontraba un montón de ropa que, supuestamente, él debería lavar.

Un golpeteo en la puerta, le indicó al joven que alguien había llegado. Con pesedumbre se levantó de las cómodas sábanas y se dirigió a la entrada de la casa. Arrastraba los pies al caminar y se chocaba con algunos objetos, el cansancio lo mantenía adormilado.

Se sorprendió al abrir la puerta, y darse cuenta que lo único que había era un ramo de flores.

Un ramo de rosas rojas.

Miró a todos lados, buscando al emisor del regalo, pero nadie pasaba por las calles de su cuadra en ese instante. Recogió el obsequio y lo revisó, sin encontrar ninguna pista sobre quien le mandaba tan extraño objeto.

Bostezo y con pasos lentos, entró a la casa sin dejar de mirar las flores. Sabía que seguramente era alguna broma de su amigo o una equivocación, y no se preocupaba para nada en el por qué del regalo.

Sin embargo, las flores si eran para él.

Flowers » JonnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora