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Los ojos del chico vagaban entre la secadora y la ropa en el canasto, volvió a leer el manual que, para su mala suerte, estaba en chino.

-Malditos chinos. -Murmuró mientras metía las ropas mojadas en el mueble, cerraba la puerta y apretaba algún botón al azar para que esta empezara a funcionar. Tiró el pequeño libro de indicaciones y caminó hasta el sillón de sala, donde se dejó caer con cansancio.

El sol brillaba en todo su resplandor, para muchos hoy sería un bellísimo día. Para Connor, sería otro día más haciendo tareas domésticas.

Pasó una mano por sus cabellos y bufo sin ganas, no tenía energía para hacer nada. Le tocaba limpiar toda la casa, incluidos los cuartos de sus amigos. Si, vivía con dos de sus amigos. Tristan y Bradley. Ellos trabajaban y él limpiaba, era trabajo menos duro, pero a fin de cuentas tenía que levantarse. Y siendo sábado en la mañana, lo único que haría era dormir hasta tarde.

Tiro la cabeza para atrás sobre el apoya brazos, viendo desde otro ángulo la nueva decoración de la sala. El florero, que nunca habían usado hasta ayer, con unas hermosas rosas.

Todavía le quedaba una pequeña duda de si el regalo iba dirigido para él o no. Era como una alarma que no dejaba de sonar e insistir, quería averiguar más sobre el tema.

Estiró su mano y tocó uno de los pétalos de la rosa, eran suaves y algo gruesos. Sin embargo, el pétalo se desprendió del tallo, cayendo al suelo delicadamente. Se quedó un tiempo mirando la planta, hasta que sus ojos comenzaron a cerrarse con lentitud.

Dos golpes a la puerta hicieron que abriera loa ojos y, de un salto, saliera del sillón rumbo a la puerta. Le extrañaba que llamaran, sus compañeros aún no habían terminado su jornada de trabajo y él no esperaba visitas.

Y al abrir la puerta, no puedo evitar fruncir el ceño. En el suelo, junto a la entrada había un ramo de flores.

Un ramo de margaritas.

🖤🖤

Son cortitos, pero espero que les guste kisses

Flowers » JonnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora