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Levantó la última caja antes de guardarla en la bolsa de residuos, junto a las restantes. Arrojó la bolsa a un rincón y prosiguió por levantar las botellas, de coca-cola obviamente.

Cuando al fin término todas sus tareas, corrió a su habitación y tomó un baño de agua fría para relajar sus músculos. No había echo mucho esfuerzo, sólo que durmió mal en la noche y le dolían un poco los huesos.

Mientras la gotas recorrían el cuerpo del menor, este oyó como la puerta se abría y unas risas se oían desde la sala. Bradley y Tristan habían llegado.

Terminó de ducharse y envolvió una toalla en su cintura, un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir las frías baldosas bajo sus pies.

Aun vestido así, bajo las escaleras escuchando cada vez más fuerte las risotadas de Tristan. Además, podía distinguir la voz de Brad, pero había una tercera que no conocía.

Al estar frente de la puerta que dividía el corredor de la sala, se preguntó si debería entrar. Quería saber quién había venido, pero apostaba todo a que era Austin o Levi quien reía bajo.

Sin importarle que pasaría, se dio paso dentro de la habitación donde todos callaron al verlo solamente con una toalla cubriendo sus partes. No se equivocaba al decir que Brad y Tristan estaban ahí, aún así no era Levi ni Austin quién los acompañaba. Era un chico rubio, alto, musculoso y unos ojos extrañamente azules.

Era el chico más lindo que había visto.

-No me dijeron que teníamos visitas. -Comentó el menor con una pequeña ruborizacion en sus mejillas, el extraño le sonreía sin quitarle los ojos de encima.

-Lo olvidamos. -El rubio, su amigo, se encogió de hombros y paso un brazo por los hombros del otro chico. -Él es James, se mudó a la casa de al lado esta tarde. -El castaño notó cierta emoción en su voz, sabía que Evans siempre quiso tener un vecino joven, pero no sabía el por qué.

-Hola, soy Connor. -Estiré mi mano tomando la suya, mentiría si dijera que no sentí una pequeña corriente eléctrica cruzar por todo mi brazo cuando lo tocó. Él asintió en respuesta y miró algo detrás del castaño, como si le sorprendiera que él lo tuviera.

-Oh, eso. Son las flores que le regala la amada secreta de Conn. -Tristan río un poco antes de mirar al castaño que lo observaba como si lo fuera a matar, Brad y James trataban de contener la risa. -¿Nuevas flores?

-Un ramo de Azaleas. -Susurró con lentitud mientras salía del lugar para poder cambiarse tranquilo

Flowers » JonnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora